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Gloria en las Tribulaciones: El Dr. Martyn Lloyd-Jones sobre Romanos 5:3-5

"En una cultura que busca escapar del sufrimiento a toda costa, la exposición del Dr. Martyn Lloyd-Jones de Romanos 5:3-5 presenta una perspectiva radicalmente diferente: "Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza." Este enfoque contraintuitivo de las pruebas revela una dimensión profunda de la experiencia cristiana que separa la fe auténtica del mero sentimiento religioso.

La Paradoja Cristiana del Sufrimiento

La proposición de que los creyentes puedan "gloriarse en las tribulaciones" suena absurda al oído moderno, quizás incluso masoquista. Nuestro instinto natural es evitar el dolor, escapar de la dificultad y buscar la comodidad—no celebrar las dificultades. Sin embargo, el apóstol Pablo, escribiendo desde una vida familiarizada con el sufrimiento extraordinario, hace precisamente esta afirmación.

"No hay prueba que sea más exhaustiva, más delicada, más sensible que esta prueba en particular", explica el Dr. Lloyd-Jones. "A veces me he atrevido a describirla como la prueba definitiva de la profesión de fe cristiana de un hombre."

El Doctor contrasta este enfoque cristiano con cómo otros enfrentan las pruebas:

  • Estoicismo: "Eso es estoicismo. El estoicismo aguanta las cosas, las soporta, apenas logra no ceder con un tremendo esfuerzo de voluntad y de valor... Esa no es la reacción del cristiano."
  • Resignación pasiva: "No es que simplemente se queje y lamente o sienta que está siendo tratado con dureza o cuestione su fe por completo... No es, en segundo lugar, que simplemente las soporte."
  • Entusiasmo fingido: "No significa, por supuesto, que debamos estar realmente contentos cuando estas cosas nos suceden. No significa que en el momento en que estas cosas nos suceden, comencemos a alabar y agradecer a Dios irreflexivamente."

En cambio, la respuesta cristiana trasciende todas estas reacciones naturales. El creyente se "gloria" o "se jacta" en las tribulaciones—encontrando en ellas no meramente algo que soportar sino algo que en última instancia sirve al buen propósito de Dios.

La Prueba Definitiva de la Fe

¿Por qué considera el Dr. Lloyd-Jones que esta respuesta al sufrimiento es "la prueba definitiva" del cristianismo auténtico? Porque las pruebas revelan si nuestra fe es genuina o meramente teórica:

"No hay prueba más importante ni más sutil de nuestra profesión de fe cristiana y de la vida cristiana que precisamente esta. La manera en que reaccionamos a las pruebas, las dificultades y las tribulaciones de nuestra vida en este mundo."

El Doctor identifica tres formas en que las pruebas distinguen la verdadera fe de las falsificaciones:

1. Las Pruebas Diferencian el Cristianismo de los Cultos Religiosos

Las religiones falsas típicamente prometen alivio inmediato de los problemas, mientras que el verdadero cristianismo reconoce que los creyentes enfrentarán dificultades en este mundo:

"Son los cultos los que dicen, hazte cristiano y nunca más tendrás problemas. No te conocerás a ti mismo, no conocerás el mundo. Caminarás con un paso fresco y brillante y nunca más tendrás problemas. Son los cultos los que dicen eso."

Cristo mismo prometió lo contrario: "En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo" (Juan 16:33). La diferencia no está en la ausencia de pruebas sino en cómo las enfrentamos.

2. Las Pruebas Exponen Experiencias Emocionales Que Se Hacen Pasar por Fe

Algunos confunden las experiencias religiosas emocionales con la verdadera conversión. El Dr. Lloyd-Jones observa:

"Hay personas que a veces piensan que se han convertido en cristianos porque han tenido algún sentimiento, han tenido alguna experiencia en una reunión... Pero hemos visto a las mismas personas poco después cuando algo ha salido mal o cuando ha habido dificultades y pruebas y lo han renunciado todo."

La fe genuina produce estabilidad en medio de las tormentas, mientras que las meras emociones se evaporan cuando las circunstancias se vuelven difíciles.

3. Las Pruebas Revelan la Diferencia Entre el Asentimiento Intelectual y la Fe Viva

Muchos asumen que estar de acuerdo con las doctrinas cristianas constituye fe salvadora. El Dr. Lloyd-Jones distingue:

"Las pruebas y tribulaciones siempre diferencian entre lo que a menudo hemos descrito como creencismo o fideísmo y la verdadera fe... Para el hombre que meramente tiene este tipo de creencismo, cuando vienen las pruebas y la tribulación, se encuentra que falla por completo, no tiene nada en qué apoyarse."

La verdadera fe transforma cómo interpretamos y respondemos al sufrimiento, proporcionando recursos que el mero acuerdo intelectual no puede.

La Lógica Divina del Sufrimiento

¿Qué permite a los cristianos "gloriarse en las tribulaciones"? El Dr. Lloyd-Jones explica que los creyentes entienden el propósito de Dios en el sufrimiento—tienen una visión del proceso divino que las pruebas inician:

"Podemos gloriarnos en las tribulaciones porque nuestra fe nos permite verlas de tal manera que nos damos cuenta de que las tribulaciones, lejos de ser adversas a nuestra esperanza, realmente la promueven y de hecho la fomentan."

El apóstol Pablo describe este proceso: "la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza." El Dr. Lloyd-Jones explica cada etapa:

La Tribulación Produce Paciencia

El primer resultado de las pruebas debidamente soportadas es la paciencia—lo que el Dr. Lloyd-Jones describe como "constancia... la capacidad de seguir soportando pacientemente... firmeza."

Esto se desarrolla a través de varios mecanismos:

  • Las pruebas nos llevan a Cristo: "En el momento en que vienen estas pruebas y tribulaciones, nos damos cuenta de nuevo y con frescura de nuestra necesidad de él... estas cosas nos harán volver a él."
  • Las pruebas revelan nuestra verdadera condición: "Las pruebas y tribulaciones son muy buenas para nosotros en que nos ayudan a conocernos mejor que antes... Pensábamos que podíamos mantenernos firmes. Descubrimos que estamos temblando."
  • Las pruebas enseñan dependencia: "Nos hace volver, digo, a un sentido de dependencia de él. Y por lo tanto, el resultado es que tenemos una concepción mucho mejor de la vida cristiana que antes."

A través de este proceso, desarrollamos estabilidad espiritual. "No nos excitamos cuando [las pruebas] vienen de nuevo. Hemos tenido esta experiencia, y ahora tenemos una imagen verdadera de la vida cristiana."

La Paciencia Produce Carácter Probado

La segunda etapa en esta progresión divina es lo que la versión Reina Valera llama "prueba"—mejor traducido como "carácter probado" o "aprobación."

El Dr. Lloyd-Jones explica: "Esta continuación paciente lleva a una prueba de que realmente somos verdaderamente cristianos y que hemos podido pasar la prueba."

Esta aprobación se manifiesta de varias maneras:

  • Evidencia de la preocupación de Dios: "El mismo hecho de que Dios nos está probando debe ser para nosotros una prueba en sí misma de que somos hijos de Dios... A quien el Señor ama, disciplina."
  • Prueba de fe genuina: "Las pruebas y tribulaciones no solo muestran el amor de Dios hacia mí, sino que son una muy buena prueba de mi amor hacia Dios. Si solo amo a Dios cuando todo va bien, no estoy en la posición correcta."
  • Purificación del carácter: "¿Cómo se purifica el oro? Poniéndolo en un horno, ¿no es así? Es el fuego el que quema la aleación... todo lo que es escoria se quema. Y te quedas con nada más que el oro puro."

A través de este proceso de prueba, nuestra fe se demuestra genuina—para nosotros mismos, para otros y ante Dios.

El Carácter Probado Produce Esperanza

Finalmente, este ciclo culmina en una esperanza más fuerte—la misma esperanza en la que inicialmente nos regocijamos (Romanos 5:2) pero ahora con mayor certeza:

"Comenzamos con esta esperanza debido a la justificación por la fe. Ciertamente nos regocijamos o nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios... Luego vienen estas cosas, y parecen estar alejándolo todo, pero no lo hacen. Nos traen de vuelta a ello. Y no solo nos traen de vuelta a ello, nos hacen mucho más seguros de ello que al principio."

El Dr. Lloyd-Jones resume esta relación recíproca con una frase impactante: "La esperanza cristiana es tanto el padre como el hijo de la paciencia." La esperanza permite la paciencia durante las pruebas, y la resistencia paciente fortalece la esperanza—creando un ciclo virtuoso de crecimiento espiritual.

El Amor Que Asegura el Proceso

¿Qué garantiza esta progresión de la tribulación a una esperanza más fuerte? Pablo concluye: "Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado" (Romanos 5:5).

El Dr. Lloyd-Jones explica que el amor de Dios, experimentado a través del Espíritu Santo, proporciona la seguridad de que las tribulaciones están obrando para nuestro bien y no para nuestro daño:

"Estoy mucho más seguro de que pertenezco a Dios. Recuerdas que vimos eso... Sí, pero habiendo pasado por el horno de la aflicción, a través de las pruebas y las tribulaciones, estoy mucho más seguro de eso que antes. Así que mi esperanza es mayor que al principio, la misma esperanza. Pero estoy mucho más seguro de ella."

Esta certeza viene de experimentar la fidelidad de Dios durante las pruebas: "Estamos más seguros de Dios que nunca antes. Por lo tanto, nos gloriamos a causa de estas tribulaciones. Por causa de ellas, agradecemos a Dios por ellas."

Preguntas que la Gente Hace Sobre Romanos 5:3-5

¿Cómo pueden los cristianos regocijarse en el sufrimiento?

Los cristianos se regocijan en el sufrimiento no porque el sufrimiento en sí sea agradable sino porque entienden su propósito. El Dr. Lloyd-Jones explica:

"No significa que debamos estar realmente contentos cuando estas cosas nos suceden. No significa que en el momento en que estas cosas nos suceden, comencemos a alabar y agradecer a Dios irreflexivamente... El apóstol no dice que deberíamos gustar de estas cosas. Lo que dice es que deberíamos gloriarnos en ellas, lo cual es muy diferente."

Este gloriarse viene a través del entendimiento de la fe en los propósitos de Dios—viendo más allá del dolor inmediato hacia el crecimiento espiritual que produce. No es "una respuesta automática" sino una que viene "como resultado de la aplicación de nuestra fe."

¿Qué bien puede venir del sufrimiento?

Según el Dr. Lloyd-Jones, el sufrimiento produce numerosos beneficios espirituales:

  1. Mayor dependencia de Dios: "En el momento en que vienen estas pruebas y tribulaciones, nos damos cuenta de nuevo y con frescura de nuestra necesidad de él."
  2. Mayor autoconocimiento: "Descubrimos que estamos temblando. Pensábamos que teníamos una fe que podía enfrentar cualquier cosa. Y aquí estamos muy sacudidos por algo relativamente pequeño."
  3. Purificación de la fe: Como el oro refinado por el fuego, las pruebas queman las impurezas en nuestro carácter y fe.
  4. Evidencia del amor paternal de Dios: "A quien el Señor ama, disciplina. Azota a todo hijo que recibe."
  5. Prueba de fe genuina: Nuestra respuesta a las pruebas demuestra si nuestra fe es auténtica.
  6. Esperanza y seguridad más fuertes: Soportar exitosamente las pruebas aumenta nuestra confianza en la fidelidad de Dios.

¿Envía Dios sufrimiento a los cristianos?

El Dr. Lloyd-Jones reconoce que la Escritura presenta las pruebas como parte de los propósitos soberanos de Dios para los creyentes. Cita Hebreos 12, que presenta la disciplina como evidencia del amor paternal de Dios: "A quien el Señor ama, disciplina. Azota a todo hijo que recibe."

El Doctor observa: "No hay nada más terrible para el cristiano que nunca tener pruebas. 'Ay de vosotros,' dijo Cristo, 'cuando todos los hombres hablen bien de vosotros.'"

Sin embargo, el Dr. Lloyd-Jones distingue este entendimiento bíblico del masoquismo: "El apóstol no está enseñando una especie de masoquismo en este punto. Eso no es lo que tenemos aquí. Hay personas... que han pensado que solo han sido felices cuando han sido miserables en cierto sentido."

Más bien, las pruebas sirven al propósito de Dios de conformarnos a la imagen de Cristo—un proceso de refinamiento que demuestra Su preocupación por nuestro desarrollo espiritual.

El Triunfo de la Esperanza Cristiana

El Dr. Lloyd-Jones concluye celebrando cómo esta perspectiva bíblica sobre el sufrimiento permite a los cristianos enfrentar los momentos más oscuros de la vida con confianza:

"Aunque este evangelio y la predicación del evangelio en cierto sentido, me ha puesto en prisión, es lo que me permite cantar en la prisión. No estoy avergonzado. No estoy decepcionado. No estoy infeliz. Estoy lleno de un espíritu de triunfo."

Este triunfo no es mero pensamiento positivo o resistencia estoica sino el resultado de la visión de la fe—viendo las pruebas dentro de los propósitos más grandes de Dios y experimentando Su fidelidad a través de ellas.

Para el cristiano, afirma el Dr. Lloyd-Jones, las tribulaciones finalmente fortalecen en lugar de debilitar la esperanza: "Dios ya me había dicho en su palabra que soy su hijo, su hijo en Cristo, quien llevó mis pecados. Creo que se me ha dado la seguridad de ello. Pero ahora me ha dado esta prueba adicional... Estas cosas, al hacernos volver al Señor Jesucristo, al mostrarnos el amor de Dios hacia nosotros, al darnos nuevas experiencias de la fuerza, la gracia y el poder de Dios... Estamos más seguros de Dios que nunca antes."

Para escuchar la exposición completa del Dr. Lloyd-Jones sobre esta perspectiva transformadora de las pruebas, visite "Tiempos de Prueba"