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La Seguridad Cristiana: Encontrando Certeza en tu Salvación

"La necesidad suprema de todo el pueblo cristiano es la seguridad. Ese es el camino a la santidad. Es el camino a la verdadera actividad en la iglesia cristiana. Es la clave y el secreto de todo." - Dr. Martyn Lloyd-Jones

La cuestión de la seguridad—si podemos saber verdaderamente que somos salvos—ha preocupado a innumerables creyentes a lo largo de la historia. ¿Podemos tener certeza sobre nuestra salvación? ¿Es posible saber sin duda que somos hijos de Dios? Según el Dr. Martyn Lloyd-Jones, tal seguridad es posible.

El Fundamento de la Seguridad Bíblica

El apóstol Juan escribió su primera epístola con un propósito claro: "Estas cosas os he escrito para que sepáis que tenéis vida eterna." La palabra "sepáis" aquí es crucial—no es simplemente esperar o desear, sino conocimiento real. Como explica el Dr. Lloyd-Jones:

"El objeto de la escritura es que podamos saber que tenemos vida eterna. Y por lo tanto tomas las escrituras y sacas tus deducciones."

La seguridad cristiana descansa sobre el fundamento sólido de la Palabra de Dios. No comenzamos con nuestros sentimientos o experiencias, sino con la verdad objetiva de la Escritura. Como Lloyd-Jones enfatiza:

"No empiezas contigo mismo. No empiezas con tus sentimientos. Debes empezar con las grandes declaraciones objetivas de la escritura."

Dos Tipos de Seguridad

Según el Dr. Lloyd-Jones, hay dos maneras principales de obtener la seguridad de salvación:

1. Seguridad Por Deducción

Este es el tipo fundamental de seguridad donde examinamos las declaraciones bíblicas sobre los creyentes y las aplicamos a nosotros mismos. Por ejemplo, Juan 3:18 declara: "El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado."

Lloyd-Jones explica este proceso:

"Empiezas con las declaraciones explícitas. Luego te preguntas, ¿creo yo? ¿Soy un creyente? Si lo soy, por lo tanto, esto debe ser verdad para mí."

2. Seguridad Directa del Espíritu Santo

Esta es la forma más elevada de seguridad disponible para los creyentes. Romanos 8:16 nos dice: "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios."

El Dr. Lloyd-Jones lo describe bellamente:

"Ya no estás deduciendo. Te es dada la certeza absoluta por el Espíritu mismo... El Espíritu de esta manera nos da un conocimiento personal del amor de Dios hacia nosotros."

Las Señales de los Verdaderos Creyentes

La primera epístola de Juan proporciona varias pruebas con las que podemos examinarnos:

Amor por los Hermanos

"Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, porque amamos a los hermanos." Esto no es meramente preferencia social, sino una afinidad sobrenatural por el pueblo de Dios. Como señala Lloyd-Jones:

"El hombre no regenerado encuentra al verdadero cristiano muy aburrido. No tiene afinidad con él... El momento en que el hombre encuentra que su mayor afinidad es con el pueblo cristiano, que quiere estar con ellos, que quiere hablar con ellos, que se deleita en su conversación, y que sacrificaría cualquier cosa para estar con estas personas, esa es una prueba de una nueva naturaleza."

Deleite en los Mandamientos de Dios

"Sus mandamientos no son gravosos" para el creyente. Mientras el hombre natural se rebela contra la ley de Dios, el cristiano encuentra gozo en ella. Lloyd-Jones explica:

"Los mandamientos de Dios para el hombre natural son muy gravosos. Los odia... Pero dice Juan, para nosotros, los mandamientos no son gravosos. Sabemos que son correctos. Queremos guardarlos."

El Testimonio del Espíritu

Podemos saber que pertenecemos a Dios "por el Espíritu que nos ha dado." Esto incluye nuestro deseo de orar, leer las Escrituras y adorar—todas evidencias de la obra del Espíritu dentro de nosotros.

Cuando el Diablo Ataca Tu Seguridad

Paradójicamente, los ataques a tu seguridad pueden ser en sí mismos prueba de tu salvación. El Dr. Lloyd-Jones hace esta sorprendente observación:

"El hecho de que estés siendo atacado de esa manera es en sí mismo suficiente para probar que eres un hijo de Dios. El diablo nunca ha ido a ningún incrédulo para citarle Hebreos 6 o Hebreos 10."

Continúa:

"Cuando alguien viene a mí en problemas y angustia por Hebreos 6, Hebreos 10, y el resto, sé inmediatamente que son hijos de Dios. El diablo me da la prueba. Nunca habrían sido atacados de esa manera si no fueran hijos de Dios."

Las acusaciones del diablo confirman realmente nuestro estado espiritual: "Las únicas personas que están realmente preocupadas sobre si son cristianos o no están dando prueba de que son cristianos. Nunca estarían preocupados si no lo fueran."

La Relación Entre la Seguridad y la Santificación

Uno de los aspectos más profundos de la seguridad cristiana es su conexión con la vida santa. Contrario a lo que algunos podrían esperar, la verdadera seguridad no lleva al descuido del pecado—promueve la santificación.

El Dr. Lloyd-Jones explica esta conexión vital:

"La seguridad es el mayor estímulo para la santificación. No es la santificación, pero es el mayor estímulo para ella. No hay nada que promueva tanto la santificación como una verdadera seguridad."

Advierte contra la falsa seguridad: "Si tu seguridad no promueve tu santificación es una falsa seguridad y probablemente es del diablo."

El apóstol Juan lo ilustra bellamente: "Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro." Cuando verdaderamente comprendemos que somos hijos de Dios destinados a la gloria, naturalmente nos lleva a una vida santa.

El Gozo de la Seguridad

La vida cristiana debe caracterizarse por el gozo, no por la duda y el temor constantes. Como Lloyd-Jones enfatizaba frecuentemente: "El gozo del Señor es vuestra fortaleza."

Describe el estado apropiado del creyente: "Os alegráis con gozo inefable y glorioso." Esto no es mera emoción, sino el resultado natural de saber que pertenecemos a Dios.

Pedro escribió a los creyentes sobre su relación con Cristo: "A quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso." Este gozo es el derecho de nacimiento de todo cristiano.

Pasos Prácticos para la Seguridad

¿Cómo podemos cultivar esta seguridad en nuestra vida diaria?

1. Estudiar las Escrituras

Comienza con las promesas objetivas de Dios. Memoriza versículos como Juan 5:24: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida."

2. Examinarte a Ti Mismo

Aplica las pruebas bíblicas honestamente. ¿Amas al pueblo de Dios? ¿Te deleitas en Su Palabra? ¿Odias el pecado, incluso cuando caes en él?

3. Orar por el Testimonio del Espíritu

Pide a Dios que te dé la seguridad directa que viene de Su Espíritu. Como oraba Lloyd-Jones: "Señor Jesús, hazte para mí una realidad viva y brillante, más presente a la visión de la fe que cualquier objeto exterior, parece más querido, más íntimamente cercano que en el más dulce momento terrenal."

4. Combatir al Diablo con la Escritura

Cuando vengan las dudas, responde como Jesús lo hizo en el desierto—con la Palabra de Dios. Combate las acusaciones con promesas como 1 Juan 1:9: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad."

La Certeza de Nuestra Esperanza

Nuestra seguridad no está basada en sentimientos u obras, sino en el carácter inmutable de Dios y Sus promesas. Como el Dr. Lloyd-Jones recordaba a su congregación: "Si Dios ha enviado a su único hijo para morir por nosotros y nuestros pecados, y lo hizo incluso cuando éramos enemigos, bien, ¿no es absolutamente cierto que nunca nos permitirá caer?"

El cristiano puede decir con Pablo: "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."

Conclusión

La seguridad cristiana no es presunción—es el derecho de nacimiento de cada creyente. Como concluyó el Dr. Lloyd-Jones: "No hay nada más importante para nosotros en esta vida y en este mundo que saber que esto es verdad para nosotros."

Dios quiere que Sus hijos sepan que le pertenecen. Ha proporcionado múltiples maneras para que obtengamos esta seguridad, desde las promesas objetivas de la Escritura hasta el testimonio subjetivo de Su Espíritu. La pregunta no es si la seguridad es posible, sino si aprovecharemos los medios que Dios ha proporcionado.

¿Estás seguro de tu salvación? ¿Sabes que eres un hijo de Dios? Estas no son preguntas meramente académicas—tocan el corazón mismo de la vida cristiana. Porque como Lloyd-Jones declaró tan poderosamente: "La necesidad suprema de todo el pueblo cristiano es la seguridad."


Para una exploración más profunda de estos temas, te animamos a escuchar la serie completa de sermones del Dr. Martyn Lloyd-Jones sobre la Seguridad Cristiana, donde estas verdades son expuestas con la claridad y profundidad que caracterizó su ministerio.