Sermones sobre la Autoridad

En este sermón sobre Mateo 28:18-20 titulado "La Autoridad de la Iglesia", el Dr. Martyn Lloyd-Jones habla de un problema urgente que enfrenta la iglesia: ha perdido su autoridad. Cuando parece haber un resurgimiento general de interés en asuntos religiosos, la gente se pregunta por qué deberían escuchar solo al cristianismo. ¿Por qué no al budismo o al judaísmo? Algunos intentan acercarse a Dios mediante sus sentimientos y sensaciones internas y otros mediante la razón y la filosofía, pero todo esto finalmente conduce al fracaso. La humanidad no puede llegar a Dios; Dios debe revelarse a sí mismo y lo ha hecho en Su Hijo Jesucristo. La sanción final de la autoridad de la iglesia depende enteramente de la aparición del Señor Jesucristo. Este es el mensaje del Nuevo Testamento—lo que Jesús afirmó, lo que los apóstoles proclamaron, y lo que finalmente se comprobó mediante la venida del Espíritu Santo en el Día de Pentecostés—Dios ha visitado y redimido a Su pueblo en Jesucristo. Sin Él no hay mensaje, ni fe, ni autoridad. Los cristianos están llamados no a conformarse con simplemente buscar una bendición de Dios sino a creer en el Cristo del cristianismo para tener más de lo que jamás podrían desear.

Esta es una época en la que se propagan toda clase de enseñanzas. ¿Cómo pueden los cristianos protegerse del peligro omnipresente de ser arrastrados al error o la herejía? En este sermón sobre Hechos 17:1-3, el Dr. Martyn Lloyd-Jones presenta la respuesta: los cristianos deben tener clara la autoridad de las Escrituras. La tendencia moderna es separar a Jesucristo de las Escrituras, optando por aceptarlo a Él y algunas de Sus enseñanzas mientras se rechaza la historicidad y validez del resto de la Biblia. El problema con este pensamiento es doble: Jesús mismo aceptó todo el Antiguo Testamento y designó a Sus apóstoles para escribir el Nuevo Testamento; y uno no puede estar seguro de que el conocimiento de Jesús sea verdadero y preciso si no hay fe en las Escrituras. El Dr. Lloyd-Jones anima al oyente a: 1) comenzar con la totalidad de las Escrituras y no simplemente con aspectos particulares; 2) comprender que la aceptación de la autoridad de las Escrituras no es cuestión de argumentos, sino de fe dada por el Espíritu Santo; y 3) enfocarse más en afirmar la autoridad de las Escrituras que en defenderla. Se anima al oyente a estar seguro de la autoridad de las Escrituras, para no ser llevado por cualquier viento de doctrina.

La autoridad bíblica yace en el centro de la identidad evangélica. Sin la autoridad de las Escrituras, las afirmaciones normativas de la fe quedan severamente debilitadas. Si bien la autoridad de las Escrituras debe ser defendida, protegida y ser parte de la ortodoxia conviccional, en este sermón sobre 1 Corintios 2:4-5, el Dr. Martyn Lloyd-Jones recuerda a los creyentes que es posible aferrarse a la autoridad de las Escrituras y aun así tener una ortodoxia muerta y sin vida. Es solo cuando la autoridad del Espíritu Santo es afirmada y aplicada que vemos la fe cristiana vivida con poder. En este mensaje, el Dr. Lloyd-Jones enseña la dura verdad de que el cristianismo evangélico, en su preocupación por la religión "entusiasta" y el emocionalismo, respondió negativamente al minimizar la importancia del poder del Espíritu Santo. En lugar de buscar los medios de poder dados por Dios para el evangelismo y el impacto cultural, la iglesia lo buscó en la educación, la reforma social, la publicidad y otros medios dignos o respetables. El Dr. Lloyd-Jones cuestiona si los cristianos son culpables de apagar el Espíritu a través de tales acciones. En este sermón, el Dr. Lloyd-Jones también examina las Escrituras, señalando la autoridad del Espíritu en la conversión del creyente, la seguridad, la iluminación bíblica, la apologética y el evangelismo. Escuche mientras presenta un caso convincente para reafirmar la autoridad del Espíritu Santo en la vida de la iglesia.

¿Cuál fue el significado del evento histórico conocido como Pentecostés? Según el Dr. Martyn Lloyd-Jones en este sermón sobre Hechos 2:12, no habría Iglesia si no fuera por lo que ocurrió en el Aposento Alto ese día. El llenamiento de los discípulos con el Espíritu Santo durante la fiesta de Pentecostés fue un cumplimiento de profecía y nos revela el plan de Dios para la redención. Este evento se alinea apropiadamente con otros eventos importantes relacionados con nuestra salvación, específicamente el nacimiento, muerte y resurrección de Jesucristo. El envío del Espíritu Santo es una de las poderosas pruebas de que el Hijo de Dios cumple lo que promete, y Él es quien dice ser. La salvación viene cuando uno se encuentra cara a cara con el poder del Espíritu Santo. Él desciende y obra para convencer de pecado. ¿Te sientes culpable por tu pecado ante Dios? ¡Quizás el Espíritu Santo está obrando en ti para salvación! El Dr. Lloyd-Jones te ruega que "invoques el nombre del Señor" mientras explica exactamente lo que esto implica en este sermón sobre el evento histórico de Pentecostés.

¿Qué autoridad viene con el evangelio? ¿Qué autoridad tenían los apóstoles para proclamar el mensaje de Jesucristo? En este sermón sobre 2 Corintios 4:1-6 titulado "La Autoridad del Evangelio", el Dr. Martyn Lloyd-Jones predica sobre la autoridad de las Escrituras y cómo Dios usa Su palabra para ordenar a la iglesia que proclame el evangelio hasta los confines de la tierra. El evangelio no es producto del razonamiento humano ingenioso ni de la filosofía. Es la obra de Jesucristo que está revelada en las Sagradas Escrituras. Nadie puede encontrarlo buscándolo, sino que solo pueden conocer el evangelio porque Dios ha escogido graciosamente revelarlo a través de Su revelación. Por esto la iglesia de los tiempos modernos debe ser como los apóstoles y proclamar el evangelio a todos; deben compartir las buenas nuevas de que Jesús murió por los pecadores y resucitó de la tumba para su justificación. Este sermón llama a todos a examinarse a sí mismos para ver si han creído en este mensaje de salvación de los pecados. No hay otra manera de ser salvo sino creyendo en Jesucristo.

La certeza del evangelio es el fundamento para la vida cristiana. En este sermón sobre Gálatas 6:12-13 titulado "Edificado sobre Fundamentos Sólidos", el Dr. Martyn Lloyd-Jones muestra por qué la seguridad que todos los creyentes pueden tener en el evangelio es central para la esperanza cristiana. Dios se revela a sí mismo y Su plan de salvación a través de Su verdadera palabra, la Escritura. La humanidad no se queda preguntándose qué debe hacer para ser salva, pues la santa Escritura dice que todos los que se arrepientan de sus pecados y crean en Jesús serán salvos. Los cristianos no deben dejarse desviar por falsas enseñanzas que dicen que no pueden saber qué es el evangelio. La Escritura está por encima de toda razón e instituciones humanas; está por encima de todas las demás fuentes de autoridad. Además, la Escritura relata hechos que realmente sucedieron. Cuenta que Jesús de Nazaret vivió y murió por los pecadores, pero también cuenta que resucitó de entre los muertos en victoria sobre todo pecado y muerte. La palabra de Dios llama a todos a creer en el evangelio para el perdón de pecados como el único camino hacia la paz verdadera y duradera con Dios.

En este sermón sobre Hebreos 8:5 titulado "Oídle a Él", el Dr. Martyn Lloyd-Jones proclama la gran comisión que fue dada a Moisés, y finalmente a todos los predicadores del evangelio. ¿De dónde provenía la autoridad y el mensaje de Moisés? Observe cómo Dios comisionó a Moisés con un plan detallado; Él ha hecho lo mismo para todo Su pueblo. La búsqueda de la verdad no puede comenzar con la humanidad moderna; el cristianismo debe tener un punto de partida diferente. Todos están invitados a volver a la revelación de Dios mismo. Moisés no tiene autoridad aparte de Dios, y nadie más tampoco. Examine más de cerca el patrón y plan de Dios para la humanidad. Solo Dios puede hablarle a las personas sobre sí mismas, la vida y la muerte. El Dr. Martyn Lloyd-Jones recorre el Sermón del Monte y luego lleva al oyente al monte del Calvario para escuchar su mensaje. Este es un mensaje de la santidad y el amor de Dios. El pecado será castigado, y Cristo no ofreció la sangre de toros y machos cabríos, sino que ofreció Su propia sangre. La salvación es a través de la sangre derramada del único Hijo de Dios.