La gente rechaza el evangelio de Cristo por su incredulidad y dureza de corazón. En este sermón sobre Hechos 4:8-10 titulado "La Tragedia de la Incredulidad", el Dr. Martyn Lloyd-Jones explica que este es el problema universal. La gente pecadora siempre ha rechazado el mensaje del evangelio y a aquellos que traen el mensaje, como fue el caso con los apóstoles. Fueron perseguidos, algunos hasta la muerte, y sufrieron porque se negaron a callar. Esta persecución y rechazo del evangelio ha estado presente a lo largo de la historia de la iglesia. Lloyd-Jones dice que la tragedia de este rechazo del evangelio es que cuando la gente rechaza el evangelio, pierde toda esperanza de salvación. Fuera del evangelio que es perseguido y odiado, nadie puede ser salvo. No hay paz, esperanza o gozo sin el poder redentor del evangelio de Dios. La humanidad antigua y moderna no son diferentes en su incredulidad necia y ciega. Separados de la luz de la gracia de Dios en Cristo, ambos están perdidos y viven en tinieblas. La raíz de esto es el pecado, pero en sus más oscuras tristezas, la gente rechaza la única esperanza que el mundo jamás ha conocido. Este rechazo del mensaje de salvación es la gran tragedia de la incredulidad y el remedio mismo para los problemas más grandes del mundo es lo que el mundo más desprecia.

¿Es el mundo más sabio que Dios? ¿Es la religión solo para los débiles? La humanidad moderna tiende a pensar que es demasiado ilustrada para creer en cosas como la deidad de Cristo, la resurrección corporal, el juicio divino y la pecaminosidad de la humanidad. Como señala el Dr. Martyn Lloyd-Jones en Hechos 4:11-12 en el sermón "Rechazo e Incredulidad", afirman que nadie puede creer en estas cosas y pretender ser racional, cuerdo o educado. Creen que el cristianismo es un sinsentido. Pero, según el Dr. Lloyd-Jones, aquellos que conocen y creen en las Escrituras no deberían sorprenderse cuando escuchan estas objeciones porque los apóstoles escucharon las mismas objeciones hace dos mil años. Los judíos rechazaron la idea de un mesías crucificado, y los griegos encontraron la cruz como una completa necedad. Las objeciones al evangelio hoy no son realmente diferentes de las de los antiguos. El ser humano moderno no es tan progresista e innovador en su rechazo a la verdad cristiana como quisiera ser. Tanto la persona antigua como la moderna rechazan el evangelio por la misma razón fundamental: la incredulidad. Están endurecidos y encallecidos en su rebelión pecaminosa contra Dios su creador. Se burlan de la idea de que deben ser salvos de la ira de Dios que viene por causa de sus pecados, porque no creen en el pecado. Este es el corazón de la incredulidad.

El camino de salvación de Dios se opone totalmente a la filosofía humanista y centrada en el hombre. Los antiguos judíos y griegos rechazaron el evangelio tal como lo enseñaron los apóstoles, y la humanidad moderna rechaza el evangelio tal como lo proclama la iglesia. En este sermón titulado "Jesús, la Piedra Angular", el Dr. Martyn Lloyd-Jones predica cómo esta es la devastadora condición del mundo. Todos los incrédulos se ríen y se burlan de las ideas del nuevo nacimiento, la resurrección y la cruz como medio de salvación. Pero como muestra Hechos 4:11, la sabiduría de Dios triunfa en medio de la llamada sabiduría del mundo. Jesucristo es la piedra angular de la nueva ciudad que se está construyendo. Esta nueva ciudad está formada por todos aquellos que confían y creen en la obra de Cristo en la cruz. Esto se opone a la ciudad de la humanidad construida sobre los cimientos de la razón humana pecaminosa y caída que está totalmente corrompida por la naturaleza pecaminosa. Los cristianos no tienen nada que temer de los enemigos de Dios y pueden descansar en la verdad de quién es Cristo y lo que él ha hecho. El cristiano puede estar seguro de que Cristo volverá para juzgar a los vivos y a los muertos, y establecerá un nuevo cielo y una nueva tierra. Cristo es victorioso sobre todos aquellos que se oponen a Su evangelio.

Todos tienen una urgente necesidad de salvación porque todos están bajo el juicio de Dios. Debido a la caída, todos nacen en pecado y culpa. Deben deshacerse de su naturaleza contaminada y su culpa ante un Dios santo. ¿Cómo puede una persona pecadora reconciliarse con Dios? En este sermón titulado "Hijo de Dios, Hijo del Hombre", el Dr. Martyn Lloyd-Jones declara gozosa y poderosamente que la gran verdad del evangelio es el perdón de los pecados y una nueva naturaleza en Cristo. Por el evangelio, el mundo entero es hecho nuevo, pero en su orgullo y arrogancia, las personas rechazan el evangelio y a su Dios. Creen que pueden hacer del mundo un lugar mejor por sus propios esfuerzos. No creen que son pecadores caídos que necesitan un salvador y una nueva vida. Rechazan la idea de que solo por medio de Cristo alguien puede ser salvo. Pero el mensaje de que Cristo y solo Cristo es el medio de salvación es el evangelio. Este es el mensaje de salvación desde Génesis hasta Apocalipsis. Es el Dios-hombre quien vino a salvar a Su pueblo y establecer el reino de Dios.

El cristianismo no se basa en el poder o la sabiduría humana. No es el resultado de personas inteligentes y prudentes, sino que es el resultado del evangelio de Dios. En este sermón sobre Hechos 4:13, el Dr. Martyn Lloyd-Jones muestra que el evangelio es el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree. Todos necesitan a Jesucristo. No hay prerrequisitos para ser salvo más que creer en el nombre de Cristo. En el evangelio, Dios subvierte los caminos del mundo, ya que el mundo se trata de poder y pompa, vanagloria y alabanza vacía. Pero el evangelio se trata de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, colgado en un madero para que todos los que creen lleguen a ser parte de la nueva creación. Este mensaje humilla a todos porque no deja lugar para la jactancia, el orgullo humano o la soberbia. Declara que todos son pecadores y están bajo el juicio de Dios. Dice que todos son esclavos del pecado y de sus deseos pervertidos. Pero a través del evangelio hay verdadera renovación y vida por la sangre de Cristo. La iglesia debe consolarse grandemente sabiendo que proclama la verdad y el poder de Dios en Su evangelio.

El cristianismo está construido sobre la autoridad de Jesucristo y su palabra. En este sermón sobre Hechos 4:19-20, el Dr. Martyn Lloyd-Jones nos muestra cómo esto se ve reflejado en la enseñanza y predicación de los Apóstoles en la iglesia primitiva. Cuando Pedro y Juan se presentaron ante los líderes judíos en Hechos 4, enseñaron y realizaron milagros, todo en el nombre de Cristo Jesús. No se apoyaron en la enseñanza y autoridad de grandes rabinos y sabios filósofos, sino que proclamaron a Cristo y a Él crucificado según les fue revelado en la palabra de Dios. La iglesia en los días de los Apóstoles, y la iglesia en todos los tiempos, no tiene otro mensaje más que el que Cristo les ha dado. Es por Su revelación que Él es conocido. Es por las palabras de la Biblia que conocemos quién es Cristo y lo que ha hecho por nosotros. No hay necesidad de crear un nuevo mensaje, pues ya fue dado en Cristo y Su palabra. La iglesia de hoy debe permanecer sobre la palabra inspirada de Dios, y esta palabra es inerrante y verdadera. No es producto del ingenio y conocimiento humano, sino que es la palabra de Dios exhalada a través de su Espíritu. Este es el fundamento firme y seguro de la iglesia de Dios.

Cuando los apóstoles se encontraron con Cristo resucitado, fueron transformados y empoderados con valentía para proclamar el evangelio a todos los que podían. Antes del derramamiento del Espíritu en Pentecostés, estaban temerosos y tímidos, pero después fueron intrépidos en su misión. En este sermón titulado "Salvados para Servir", el Dr. Martyn Lloyd-Jones explica que este cambio les permitió enfrentarse a los líderes judíos cuando se negaron a dejar de predicar el evangelio de Cristo resucitado. Esta no es una valentía ordinaria, sino el resultado de la nueva naturaleza que produce la salvación y la regeneración. A medida que el evangelio transforma a los cristianos, reciben el Espíritu Santo y son llenos de su sabiduría y guía. Los apóstoles en Hechos no podían dejar de predicar la gloria de Cristo. Ya no eran los hombres débiles y temerosos que se escondían en el aposento alto. Habían recibido la nueva vida que trae el evangelio y proclamaban sin temor el mensaje del evangelio. Los cristianos tienen una nueva fuente de vida y sabiduría cuando son hechos nuevos en Cristo. Están motivados a llevar el evangelio a este mundo quebrantado y pecaminoso. Es esta esperanza en la nueva vida en Cristo lo que impulsa a los cristianos a compartir el evangelio con todos para la alabanza y gloria de Jesucristo.

Los que rechazan el cristianismo no lo hacen sobre la base del pensamiento racional. Esto se ve en las acciones de los líderes judíos, quienes no niegan los milagros hechos por los Apóstoles en el nombre de Jesucristo, pero sin embargo buscaron detener su ministerio y silenciar su predicación. En este sermón sobre Hechos 4:13-22, el Dr. Martyn Lloyd-Jones proclama que la razón de esta oposición a la verdad del evangelio de Dios se encuentra en mentes caídas y atadas al pecado. Debido a la caída, todos han sido esclavizados al pecado y al diablo. Todas sus facultades están completa y totalmente dominadas por el pecado, y es este pecado el que produce la incredulidad. Por esta razón, nadie debería sorprenderse cuando el evangelio es rechazado, pues la Biblia dice que sin la obra de Dios en sus corazones, nadie creerá. Esto es porque la fe no es cuestión de razón, hechos o argumentación convincente, sino que se trata del estado del corazón. La iglesia no debe temer los muchos supuestos ataques intelectuales contra el cristianismo, porque todos estos argumentos son realmente una cuestión de la relación de uno con Dios y Su evangelio. Solo el corazón que ha sido regenerado puede verdaderamente pensar correctamente acerca de Dios.

¿Cuál es una de las principales señales de un cristiano? Según el Dr. Martyn Lloyd-Jones en este sermón sobre Hechos 4:23-24, una de las señales más seguras de un verdadero cristiano es que los verdaderos cristianos oran a Dios. Estas no son oraciones a alguna deidad distante o a algún fundamento filosófico abstracto de la verdad, sino que es oración al único Dios verdadero que gobierna todo el universo con poder y fuerza. Este es el Dios verdadero revelado en la Biblia y en Jesucristo su Hijo. Este es el Dios de los patriarcas y profetas del Antiguo Testamento, y es el Dios de la iglesia y los Apóstoles. Él está activo en la historia para salvar y redimir a su pueblo. Él es el Dios que envió a Su único Hijo unigénito a morir en una cruz para establecer un gran reino que no puede ser conmovido. Y es este Dios quien ofrece redención y salvación a todos los que se arrepientan y crean en Su Hijo, y todos aquellos que lo hagan serán hechos nuevos en los nuevos cielos y la nueva tierra. Este gran evangelio no debe ser rechazado, sino que todos deben creer en el Hijo unigénito de Dios que ha muerto en la cruz para que los pecadores tengan vida eterna.

El dolor, el sufrimiento y finalmente la muerte son partes inevitables de la vida. Pero ¿por qué? ¿Cómo explicamos las tribulaciones que son comunes a lo largo de la historia? ¿Por qué se amotinan las naciones? La historia de la humanidad muestra un mundo inquieto que siempre busca respuestas que nunca proveen alivio. Escuche mientras el Dr. Martyn Lloyd-Jones predica a través del texto del Salmo 2 y Hechos 4 para explicar las búsquedas vanas y vacías de aquellos que se rebelan deliberadamente contra Dios. Mientras sueñan y planean un mundo de su propia felicidad, sus intentos son fútiles debido a su ignorancia de Dios. Dios juzgará su rebelión contra Él y Su ira será feroz. Pero hay esperanza. El salmista habla de una liberación que resuena a través de toda la Biblia. Culmina en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Esta es la respuesta que el mundo no puede proveer — que el propósito misericordioso de Dios de extender misericordia a través de su hijo Jesús, el Ungido, a un mundo inquieto y rebelde trae el gozo y la liberación que el mundo anhela desesperadamente.

El cristianismo es una fe histórica. Mientras que el mundo está lleno de otras religiones y "experiencias espirituales", el cristianismo se distingue por la objetividad de los eventos realizados por el Dios Trino. Estos eventos—la historia de Israel; el nacimiento, muerte y resurrección de Jesús; el día de Pentecostés; la difusión global del evangelio—son eventos objetivos que señalan la creación de vuelta a Dios. En este sermón titulado "Padre, Hijo y Espíritu Santo", el Dr. Martyn Lloyd-Jones lleva al oyente de vuelta a la iglesia primitiva en este sermón sobre Hechos 4:31 y muestra que el cristianismo no se toma por voluntad o poder propio; más bien, el cristianismo toma al cristiano. Los apóstoles no eran hombres bien educados ni elocuentes, y sin embargo, Dios usó a estos hombres comunes para difundir las buenas nuevas y el cristianismo floreció. Hechos enfatiza que esta es la obra del Dios Trinitario - el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esta es la base de la esperanza y confesión de los apóstoles y el fundamento de una gran esperanza. Las experiencias subjetivas no gobiernan la fe de uno, dice el Dr. Lloyd-Jones. La realidad objetiva de la historia cristiana, así como la obra continua del avivamiento, les recuerda que su Dios viviente cuida activamente de este mundo.

¿Cómo llega el mensaje del evangelio a hombres y mujeres? ¿Cómo pasan de escuchar las palabras a creerlas? En este sermón sobre Hechos 4:29-33 titulado "La Obra del Espíritu Santo", el Dr. Martyn Lloyd-Jones predica sobre la maravillosa obra de Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo en la predicación del evangelio. En su sermón, se enfoca específicamente en la obra del Espíritu Santo como quien capacita y da poder tanto a los predicadores que proclaman como a los oyentes que responden. Esta es una obra especial del Espíritu para lograr esto y ayuda al creyente a entender por qué hay quienes oyen el evangelio pero son meramente convictos en comparación con aquellos que son convictos y convencidos del evangelio. Es una función particular del Espíritu Santo utilizar la Palabra de verdad para convencer al oyente de justicia y juicio. El Dr. Lloyd-Jones insta al creyente a proclamar el evangelio con gran denuedo para convencer, mientras ora para que el Espíritu convenza al oyente.

Todo el caos y la discordia en el mundo tiene su raíz en la rebelión pecaminosa de la humanidad contra Dios el creador. Cuando la humanidad rechaza a Dios como soberano y se rebela, pierde toda esperanza de verdadera paz y felicidad. Como explica el Dr. Martyn Lloyd-Jones en este sermón sobre Hechos 4:31-35, toda esperanza está perdida porque el mundo rechaza al Creador, quien es la fuente de todas las bendiciones. Cuando las personas rechazan a Dios como soberano, se establecen a sí mismas como sus propios gobernantes. Esto lleva a la ira, la amargura, los celos, la discordia y el odio. Debido a que el pecado es la raíz de todos los problemas, todos los planes para traer paz y armonía al mundo que rechazan a Dios y Su visión del mundo están destinados a fracasar. Este es el estado actual del mundo. Hay sufrimiento y dolor a una escala masiva en todo el mundo que la gente busca solucionar. Pero el Dr. Lloyd-Jones dice que es la naturaleza caída la que produce estos males. Y es solo el evangelio de Jesucristo el que trae renovación y verdadero cambio. Es solo mediante la transformación de corazones y mentes que el mundo llegará a conocer la paz y experimentar el gozo. Esta es la gran promesa del evangelio: la renovación y transformación del mundo entero bajo el reinado de Cristo.

El mundo solo puede ser salvado por la gracia y el poder del Dios todopoderoso. Como proclama el Dr. Martyn Lloyd-Jones en este sermón sobre Hechos 4:31-33 titulado "El Dios de Gracia y Poder," no hay otra manera. El mundo entero yace bajo la condenación de la ira de Dios que justamente cae sobre todos los injustos e impíos que rechazan el gobierno de Dios sobre el mundo y sus vidas. La única manera de escapar este juicio ha sido provista por Dios en la muerte y resurrección de Jesucristo. Este es el evangelio: Dios mostrando gracia a aquellos que lo odian y lo rechazan al enviar a Su único Hijo engendrado para morir en su lugar. En esta gracia, se puede escapar de la ira de Dios y los pecadores caídos pueden recibir nueva vida y convertirse en hijos del Dios que una vez odiaron y despreciaron. Pueden tener completa seguridad de que serán salvos en el día final por la gracia de Dios manifestada en Cristo. Esta es la esperanza del evangelio: salvación para todos los que confían en Cristo. Todos los que descansan en Su gracia conquistarán con Cristo cuando Él regrese para traer los nuevos cielos y la nueva tierra. La gracia de Dios en Cristo es la única esperanza para el mundo. Todos no deben fallar en arrepentirse y creer en el único salvador que el mundo jamás ha conocido.

Existen dos poderes en el mundo: Dios y el diablo. En este sermón sobre Hechos 4:31 titulado "El Gran Conflicto", el Dr. Martyn Lloyd-Jones explica que el diablo es el gran engañador que busca destruir a Dios y a Su pueblo. Este enemigo de la justicia es descrito como el dios de este mundo que ciega a las naciones y es responsable de las persecuciones contra la iglesia de Dios. Él se opone totalmente a todo lo que es de Dios. Dios es el Creador y Juez de todo el mundo. Él es la fuente de todo bien y justicia. Ha enviado a Su único Hijo al mundo para romper el dominio de Satanás y salvar a todos los pecadores que se arrepientan y crean en Su nombre. Uno sirve a Dios o a Satanás. Uno se somete al señorío de Dios el Creador y Sustentador, o es esclavo de Satanás, el padre de mentiras. Es en medio de esta lucha cósmica que el cristiano vive y sirve a Dios. Aquellos que se oponen a Dios lo hacen porque sirven a Satanás y están cegados por sus mentiras, mientras que aquellos que aman y sirven a Dios confían y creen en Cristo y su evangelio. La iglesia debe entender la gran antítesis de estos dos poderes, y debe ver que Cristo ha vencido a Satanás, al pecado y al mundo por Su gran obra en la cruz.

¿Cuál es el entendimiento de la cruz del Señor Jesucristo? En este sermón "La Muerte de Cristo—¿El Propósito de Dios?" de Hechos 4:23-28, el Dr. Martyn Lloyd-Jones explica cómo esta es la prueba definitiva de la validez de la fe cristiana. ¿Fue simplemente el resultado de las acciones de los crueles e ignorantes? Si Dios es tan poderoso y Cristo tan maravilloso, ¿por qué murió y de esta manera? En esta oración altamente teológica hecha por la iglesia primitiva durante su primera hora de persecución, ellos se enfocan en el mensaje central del cristianismo: la muerte de Jesucristo en la cruz no fue un mero accidente, ni un ejemplo, ni una respuesta de Dios a las acciones de los pecadores. La cruz fue el propósito de Dios, profetizado desde Abel hasta Moisés e Isaías, hasta Juan el Bautista cuando clamó, "¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!" No había otra manera para que Dios permaneciera justo y justificador de Su pueblo que enviar a Su propio Hijo al mundo para tomar sobre Sí mismo los pecados de Su pueblo. La humanidad lo mató, pero solo según el propósito determinado de Dios y es el centro de todo.

Existe mucha confusión tanto dentro como fuera de la iglesia hoy en día respecto al mensaje del cristianismo. En el sermón "Poder ... y la Resurrección", el Dr. Martyn Lloyd-Jones predica sobre el relato de la primera experiencia de persecución de la iglesia primitiva en Hechos 4:29-33. En el pasaje, un grupo de personas fue cautivado no por una mera experiencia sino por un hecho histórico - el hecho de la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo. Esta serie de eventos que la iglesia primitiva presenció cambió completamente sus vidas y todo acerca de ellos. En su hora de prueba, simplemente pidieron más poder para continuar contándoles a otros acerca de estos eventos. En esta época moderna, cuando la experiencia personal se valora por encima de todo y los hechos son desestimados, los cristianos deben seguir el ejemplo de la iglesia primitiva y aferrarse a los hechos históricos. El hecho es que el Hijo de Dios ha venido al mundo. Él murió, fue sepultado y resucitó de entre los muertos para salvar a Su pueblo de sus enemigos, proveer redención completa y finalmente probar que Él es quien dijo ser. Él vendrá otra vez para juzgar a toda la humanidad.