¿Qué sucede cuando el gozo de la salvación comienza a desvanecerse? ¿Cómo nos libra el gozo de la salvación de las tinieblas de la vida? El apóstol Juan confronta esta amenaza crítica. En este sermón sobre la luz y las tinieblas, el Dr. Martyn Lloyd-Jones nos muestra cómo este problema moderno expone el letargo en el corazón del creyente, el fracaso en depender del Espíritu Santo, y las profundidades de las tinieblas de las cuales somos salvos. No es hasta que entendemos la profundidad de nuestro pecado que la iglesia puede comprender la grandeza del Verbo hecho carne. El mundo está en un estado actual de tinieblas que ha permeado cada aspecto de la historia humana desde la Caída. El Dr. Lloyd-Jones señala que estas tinieblas son dobles; no es solo un estado de ignorancia en el que se encuentra la humanidad, sino que las tinieblas también están dentro del corazón del hombre, manifestadas en su amor por el pecado y odio hacia la doctrina cristiana. Sin embargo, Dios ha enviado a los creyentes el Espíritu Santo, quien al iluminar los ojos del creyente a la verdad sobre Dios y la gloria de Su salvación, les permite ser ellos mismos luces en las persistentes tinieblas.

Cuando el Verbo se hizo carne, Jesucristo se encarnó como hombre y esta realidad tiene ramificaciones tanto temporales como permanentes. En este sermón sobre Juan 1:10-12, el Dr. Lloyd-Jones proclama la increíble realidad de que Jesús vivió entre Su creación por un tiempo y, como dice el apóstol Juan, habitó entre la humanidad. Según el Dr. Lloyd-Jones, la vida en la tierra es una temporada pasajera que dará paso a un hogar permanente en el Cielo. Esto es un consuelo duradero y llena al pueblo de Dios de vigor por la verdad. El resultado permanente es que Jesús tomó la naturaleza humana y puede identificarse plenamente con todas las experiencias y desafíos de la vida diaria (excepto el pecado). Esto lo hizo mucho más capaz de compadecerse de las debilidades y tentaciones de la naturaleza humana, y consolidó su papel como el gran sumo sacerdote. Esto, concluye Lloyd-Jones, también debe ser de gran consuelo para el creyente.

En este sermón sobre Juan 1:10-12, el Dr. Lloyd-Jones muestra el fundamento firme que da a los salvos total seguridad, paz e incluso gozo en las peores tribulaciones. Todos vivimos en el mundo de Dios y bajo Su control soberano. El significado detrás de los acontecimientos está oculto, pero es conocido y diseñado por el Señor y Salvador Jesucristo. El Dr. Lloyd-Jones muestra cómo Dios permite que el mal exista en el mundo como medio para enseñar, instruir y mostrar la necesidad de salvación. Sin importar cuán graves sean las circunstancias, la providencia de Dios está obrando para cuidar de Su mundo y mostrar compasión por Sus hijos. El plan de Dios para salvar a los pecadores no será desbaratado.

¿Le importa Cristo al mundo? Nunca le importará si el gozo y la paz de Cristo no se ven y están vivos en la iglesia hoy. Esta falta de gozo evidente, afirma el Dr. Lloyd-Jones, proviene de no reflexionar sobre el evangelio. Escuche mientras este sermón sobre Juan 1:10-12 desarrolla los tres componentes centrales de la fe cristiana: conocer, creer y recibir. Estas verdades ilustran que este es el mundo de Dios y que aunque hay tinieblas en el mundo, Dios envió a Su hijo para salvar a Su pueblo de esa oscuridad. Cuando Jesús es recibido y se cree en el poder de Su sacrificio por el pecado, ocurre la salvación. Cualquier cristiano que carezca de gozo reavivará su pasión al considerar estas cosas y meditar en el hecho de que está completamente perdonado en Cristo. Los sentimientos son dictados por los pensamientos y el conocimiento y, por lo tanto, una comprensión precisa y la fe en estas verdades permitirán experimentar y demostrar un gozo grande y genuino.

¿Qué le sucede a un creyente cuando se convierte en cristiano? ¿Hay beneficios que les pertenecen especialmente a ellos? En este sermón sobre Juan 1:12-13 titulado "Hijos de Dios", el Dr. Martyn Lloyd-Jones se enfoca en una de las verdades más asombrosas de la Biblia: la adopción del creyente como hijo o hija de Dios. Al creer en Jesucristo como Señor y Salvador, los cristianos se unen a la familia de Cristo y ahora tienen los beneficios de la adopción. Estos beneficios no son universales sino que son otorgados únicamente a los creyentes. Esta conexión interna inmediata cambia a los creyentes; los transforma y les proporciona una relación y posición de honor como Hijos de Dios. La mayor implicación es que incluso aquellos fuera del rebaño pueden llegar a ser Hijos de Dios y estas son las buenas nuevas del evangelio. Que Dios nos dé una conciencia viva de que somos verdaderamente Sus hijos y que podamos gloriarnos en la profundidad de nuestra adopción.

"¿Cuál es lo más maravilloso de la salvación? En este sermón sobre Juan 1:12-13 titulado 'Marcas Auténticas del Hijo de Dios', el Dr. Martyn Lloyd-Jones responde enfáticamente: '¡Que somos hijos de Dios!' Con demasiada frecuencia el enfoque está en las cosas que se evitan cuando el cristiano es salvo, ya sea evitar el juicio justo de Dios o ser salvado de la eternidad en el infierno. Si bien estas cosas son verdaderas y de peso, el Dr. Lloyd-Jones quiere que los cristianos recuerden lo que se gana: el derecho de llegar a ser hijos de Dios y la entrada al reino de los Cielos. Hay varias preguntas que, dependiendo de las respuestas, prueban si uno es verdaderamente hijo de Dios: '¿Me preocupa el nombre de Dios?' '¿Me aflige el pecado y la blasfemia?' '¿Disfruto la creación de una manera que refleja mi entendimiento de que el mundo es de Dios?' '¿Anhelo el regreso de Cristo?' El Dr. Lloyd-Jones examina estas preguntas y más con escrutinio y con la ayuda de las Escrituras."

¿Qué significa ser un hijo de Dios? La Biblia da muchos ejemplos de los beneficios de ser un hijo de Dios, y cómo estos hijos pueden saber que son verdaderamente miembros de la familia de Dios. El Dr. Martyn Lloyd-Jones dice en este sermón sobre Juan 1:12-13 que una de las mayores evidencias de que son verdaderamente nacidos de Dios es que amarán lo que Dios ama. Si creen en Jesús y han nacido de nuevo verdaderamente, amarán y buscarán lo que Dios ama y desea. Así como los hijos naturales aman lo que sus padres aman, también los hijos espirituales aman lo que Dios ama. Una persona puede mirar su vida y preguntarse, "¿estoy buscando las cosas de Dios? ¿Estoy huyendo del pecado? ¿Estoy abandonando el mundo?" Aunque la Biblia nunca niega que los cristianos pecan, indica que los cristianos viven una vida de arrepentimiento continuo y batalla contra el pecado. El cristiano no permite que el pecado domine continuamente su vida. Este sermón llama a todos a hacerse la pregunta, "¿soy un hijo de Dios? ¿Estoy confiando en Jesucristo para mi salvación?" Si no es así, es un llamado a creer y nacer del Espíritu como un hijo de Dios.

¿Pueden los cristianos saber que son hijos de Dios? ¿Pueden saber que han sido perdonados de todos sus pecados y han sido hechos nuevos en Cristo? La respuesta dada por el Dr. Martyn Lloyd-Jones en este sermón sobre Juan 1:12-13 es un rotundo sí. Parte de la esperanza del evangelio es la paz en la plena seguridad de que Dios está a favor de Sus hijos. La Biblia proporciona varias maneras en que los cristianos pueden examinarse para ver si están verdaderamente en la fe. El Dr. Lloyd-Jones presenta estas pruebas para ver si los cristianos están verdaderamente en una relación con Dios o si están autoengañados. Él pregunta "¿cómo respondes a tu pecado? ¿Es cayendo de nuevo en el legalismo?" Si es así, esto podría ser una señal de estar descansando en obras en lugar de lo que Cristo ha hecho. Otra señal es cuestionar si hay interés en la iglesia y las cosas de Dios. Así como un hijo natural está interesado en lo que a sus padres les interesa, también los hijos espirituales están interesados en las cosas de Dios. Este sermón llama a todos a creer en Jesús, y que aquellos que lo hacen pueden saber que han sido verdaderamente salvados por Él.

¿Cuál es el papel del Espíritu Santo en la vida del cristiano? Muchos cristianos no tienen una alta consideración de la tercera persona de la Trinidad. En este sermón sobre Juan 1:12-13, el Dr. Martyn Lloyd-Jones predica sobre el papel del Espíritu Santo en dar a los cristianos la seguridad de su nueva vida en Cristo. Es el Espíritu Santo quien transforma al viejo hombre sin vida en una gloriosa nueva creación hecha para Dios. Es el Espíritu Santo quien abre los ojos de los creyentes para ver las verdades de la Escritura y su significado para sus vidas. También es el Espíritu Santo quien guía a los creyentes al conocimiento de la salvación de Dios. Todos los cristianos pueden y deben tener el conocimiento de que son amados por Dios y llamados a ser Sus hijos. Este sermón expone la gloriosa verdad de que todos los que creen en Jesús pueden ser salvos y perdonados de todos sus pecados, y pueden saber que son perdonados por la obra del Espíritu Santo en sus vidas.

¿Qué significa ser guiado por el Espíritu? En este sermón sobre Juan 1:12-13, el Dr. Martyn Lloyd-Jones enfatiza el importante equilibrio entre el Espíritu y las Escrituras. Continúa evaluando las creencias de los Cuáqueros y explica cómo, aunque pudieron haber comenzado como cristianos, debido a que olvidaron las Escrituras y eligieron ser guiados puramente por su "espíritu interior", se desviaron y declararon abiertamente que la Biblia no era realmente necesaria. Negaron a Cristo y las enseñanzas de Cristo debido a que su espíritu interior guiaba sus creencias y descuidaron corregir sus creencias con las Escrituras. El Dr. Lloyd-Jones afirma que en el momento en que separas el Espíritu de la Palabra, estás creando un desastre. En este sermón sobre la guía del Espíritu y el amor, también declara que no se puede separar la doctrina de la práctica y evalúa las diferencias entre el amor piadoso, el amor de amistad, el amor físico y la pura lujuria pecaminosa. Las personas homosexuales y adúlteras llegan a su condición porque ponen énfasis en la luz interior y el espíritu interior en lugar de mantener un equilibrio. El Dr. Lloyd-Jones nos dice que el amor es el cumplimiento de la ley, así que si el amor no cumple la ley, entonces es lujuria. En general, la Palabra de Dios proviene del Espíritu y Dios nos dio las Escrituras para que estemos protegidos contra los espíritus malignos y nuestros propios pensamientos malvados, por lo que debemos equilibrar el Espíritu y las Escrituras.

¿Cómo sabe uno que ha nacido de Dios? ¿Cómo saben si están andando según la carne o según el Espíritu? El Dr. Martyn Lloyd-Jones aborda la falta de seguridad del cristiano en Juan 1:12-13 al discutir la dirección del Espíritu Santo en la vida diaria del creyente y conecta la conciencia y las convicciones del cristiano con la obra interior y la guía del Espíritu Santo. Además, aborda el grave error del antinomianismo y el tradicionalismo religioso para el cristiano. También trata si un cristiano debe abstenerse de ciertos alimentos o prácticas durante la temporada de Cuaresma y confronta una religiosidad que abraza la "dirección del Espíritu" separada de la Palabra de Dios, considerando que el Espíritu es instrumental en la iluminación de la Palabra y la renovación de la mente del cristiano. El Dr. Lloyd-Jones proporciona esta prueba para el cristiano que carece de seguridad: "¿Te permite tu conciencia volver al pecado una y otra vez o te reprende y te lleva cada vez más hacia una vida santa y amor práctico por Dios?" El Dr. Lloyd-Jones aborda estos y otros temas relacionados con lo que significa ser guiado por el Espíritu de Dios y saber lo que es nacer de Dios.

¿Cómo camina un cristiano en el Espíritu? ¿Cómo destruyen el pecado por el poder del Espíritu? En este sermón sobre Juan 1:12-13 titulado "El Camino de la Santificación," el Dr. Martyn Lloyd Jones identifica el odio al pecado como una característica principal de la santificación. Es vital y esencial para un cristiano mortificar - hacer morir - el pecado que continúa residiendo en sus cuerpos. El Espíritu los guía a hacer morir el pecado y también provee el poder para hacerlo. Es solo a través de su poder habilitador que el cristiano puede evitar el pecado y reconocer su inmundicia y total oscuridad. De hecho, si un cristiano se pone en el camino del pecado, advierte el Doctor, no deberían sorprenderse cuando caen en pecado. Tres verdades ayudan al creyente a caminar prácticamente en el Espíritu en el camino de la santificación. Primero, realizar y reconocer la inmundicia del pecado y el odio de Dios hacia él. Las obras de las tinieblas son improductivas e infructuosas. Segundo, el creyente debe predicarse frecuentemente a sí mismo la verdad del evangelio. Y tercero, debe rechazar el pecado totalmente cuando aparece por primera vez.

Cristo murió no solo para perdonar el pecado del cristiano sino también para hacerlos hijos de Dios. El Dr. Martyn Lloyd-Jones continúa discutiendo las pruebas de fe para el cristiano en Juan 1:12-13 y presenta la prueba positiva de que el cristiano no solo se despoja del pecado sino que se reviste de justicia. Él se enfoca específicamente en la renovación de la mente que todo cristiano experimenta. El cristiano debe mortificar el pecado, pero la obra no se completa allí; también debe ser transformado mediante la renovación de su mente. El Dr. Lloyd-Jones ilustra y explica cómo la mente del cristiano está puesta en las cosas celestiales mientras que la mente del incrédulo está puesta en los deseos de la carne. El Dr. Lloyd-Jones no solo exhorta a los cristianos a ser renovados en su mente sino que también los anima recordándoles que son nacidos de Dios porque están siendo renovados y guiados por el Espíritu para hacer morir las obras de la carne. Además, el Dr. Lloyd-Jones recuerda y anima al cristiano que el mundo todavía vive con mentes conformadas al patrón de este mundo, pero la mente del cristiano ha sido liberada para fijarse en las glorias de Cristo.

"No es tanto de lo que somos salvos, sino para lo que somos salvos". Con estas palabras, el Dr. Martyn Lloyd-Jones exhorta al cristiano a la mortificación del pecado y reconoce que no están bajo el dominio de la carne. Continúa describiendo cómo los cristianos que luchan contra su propia carne ya no están bajo su gobierno o reinado, sino unidos a Cristo quien ya murió al pecado y está vivo en justicia. En este sermón sobre Juan 1:12-13, el Dr. Lloyd-Jones desarrolla las complejidades de la unidad con Cristo y cómo esa unidad es la libertad del pecado. Además, el Dr. Lloyd Jones da esperanza al cristiano que cuestiona su salvación. ¿Las malas acciones atormentan la conciencia y estimulan actos de fe? ¿El pecado se siente cada vez más insignificante hasta que la justicia es el único esfuerzo que vale la pena? ¿Existe una alienación de la antigua vida de pecado y un deseo de ser ciudadano de una vida que persigue la justicia? Estas cosas ilustran una ciudadanía celestial y la seguridad de la salvación. Estas verdades son esenciales para una vida cristiana llena de gozo. El Dr. Lloyd-Jones presenta estas pruebas, junto con varias exhortaciones, para vivir de una manera digna del único Dios que llama a Sus hijos a Su propio reino y gloria.

La práctica es necesaria para ser bueno en deportes, trabajo y familia. De igual manera, para tener éxito contra la carne y buscar la justicia, uno debe poner en práctica el andar en el Espíritu. En Juan 1:12-13, el Dr. Martyn Lloyd-Jones muestra que el cristiano no debe sentarse pasivamente y "soltar y dejar que Dios actúe". En cambio, el cristiano tiene una responsabilidad clara de trabajar en su fe, y el Dr. Lloyd-Jones insta a los cristianos a liberarse de la carne. Advierte que un cristiano puede ser engañado y llevar una vida estéril, sin dar fruto para el reino de Dios. Por lo tanto, el cristiano debe entrenarse para andar conforme al Espíritu. Los hijos de Dios no deben simplemente sentarse pasivamente, sino buscar activamente una vida marcada por el Espíritu. Dios ha perdonado, justificado y adoptado al cristiano, y sin embargo, a menudo son tentados a hacer poco uso de este nuevo estado del ser. El Dr. Lloyd-Jones enseña que el Espíritu y la carne no solo se oponen, sino que guerrean entre sí. El Dr. Lloyd-Jones ofrece esperanza al cristiano que no ha tenido éxito en la lucha contra la carne: anden en el Espíritu y no satisfarán los deseos de la carne.

Hay un hecho que debe ser cierto del cristiano convertido: la fe en el nombre de Jesucristo para la salvación. Sin embargo, hay muchas circunstancias que rodean la conversión de los cristianos. El Dr. Martyn Lloyd-Jones usa Juan 1:12-13 para explicar que mientras algunos cristianos crecen en un hogar donde el evangelio se enseña frecuentemente, otros son salvos proveniendo de una familia o grupo de amigos no creyentes. Él elabora que cada uno de estos cristianos enfrenta tentaciones únicas para cuestionar la legitimidad de su salvación y por lo tanto debe aplicar pruebas específicas a su propia vida para obtener seguridad de su salvación: "¿Permaneces indiferente ante tu conocimiento de Dios, o eres transformado y cautivado por él? ¿Es tu fe algo que usas cuando te conviene, o la palabra de Dios domina y dirige tu vida?" El Dr. Martyn Lloyd-Jones usa estas pruebas y otras para ayudar al cristiano a evaluar y probar su posición en la fe y producir una seguridad defendible de la fe. El Dr. Lloyd-Jones elabora que el incrédulo está consumido por lo que hace, mientras que el verdadero creyente está principalmente preocupado por lo que es. El incrédulo trabaja para crear una identidad. El creyente trabaja desde su nueva identidad cristiana hacia una conducta cristiana.

¿Quién es un hijo de Dios? Casi no hay nada más importante que el cristiano sepa que es hijo de Dios. Esto afecta las relaciones con otros, con los no creyentes, con la iglesia y con Dios. Si uno tiene seguridad, entonces sabe que posee las promesas de Dios. Específicamente, el conocimiento de la vida eterna asegurada, que son Sus hijos, que el pecado fue clavado en la cruz de Cristo, y que Su justicia está ahora con el cristiano. Como predica el Dr. Martyn Lloyd-Jones en este sermón titulado "Seguridad Personal", existe, sin embargo, algo llamado falsa seguridad. Incluso los demonios creen en Dios y tiemblan. Entonces, ¿cómo se puede saber? En este sermón sobre la seguridad basado en Juan 1:12-13, el Dr. Lloyd-Jones proporciona pruebas prácticas que refuerzan la verdadera seguridad y desmantelan la falsa seguridad. Él provee exámenes penetrantes del alma que exponen el estado del cristiano que busca seguridad y recuerda al oyente que el Señor da una seguridad que no proviene de la deducción sino del testimonio. El Dr. Lloyd-Jones explica que el cristiano no es simplemente un portavoz, sino también un testigo de Cristo. El cristiano puede saber que es hijo de Dios por el poder y la revelación del Espíritu cuando, a través de la Palabra, el Espíritu revela a Cristo con poder.

Los frutos del Espíritu son fundamentales para la naturaleza del cristiano - amor, gozo, paz, paciencia, etc. Estas características deben estar en el cristiano y en aumento. Tienen un tremendo impacto en uno mismo, en otros y en el servicio a Dios. Mientras el Dr. Martyn Lloyd-Jones explora este tema en su sermón sobre Juan 1:12-13, desafía al oyente a examinar el verdadero fruto que se manifiesta cuando una persona está bajo presión. Un verdadero cristiano demostrará el fruto del Espíritu. Cuando un cristiano enfrenta sufrimiento, pruebas, disciplina y persecución, esto revelará la naturaleza que se está edificando en su interior. ¿Producen las pruebas y los sufrimientos perseverancia, longanimidad y esperanza? Cuando alguien es herido, ¿sangra el fruto del Espíritu? Cuando son injuriados, ¿responden con injurias? ¿Se encomienda el cristiano a Dios quien juzga justamente? ¿Revelan las presiones de la vida una paciencia, bondad y mansedumbre creciente en el alma? El Dr. Lloyd-Jones se enfoca en algunos de los frutos del Espíritu más citados, ilustrando y aplicando cada uno a la vida del cristiano. Exhorta al cristiano a examinar cuidadosa y devotamente su propia vida para ver si las presiones de la vida revelan una nueva creación en el alma o un alma que necesita nueva vida.

Toda persona tiene una familia, pero no todos tienen una familia unificada. El cristiano tiene una familia edificada sobre la unidad y el amor. En este sermón sobre Juan 1:12-13 titulado "Amamos a los Hermanos", el Dr. Lloyd-Jones aplica una prueba más de seguridad para el cristiano al exponer sobre la hermandad de los creyentes. Todo cristiano ha experimentado la regeneración, la adopción, la santificación y muchas otras experiencias. Aunque los cristianos pueden tener circunstancias diferentes, todo creyente está unificado por su experiencia, intereses y esperanza. El Dr. Martyn Lloyd-Jones ilumina el hecho de que todo creyente posee un discernimiento que el incrédulo no puede poseer. Además, el creyente tiene una afinidad con sus hermanos y hermanas en la fe. Incluso mientras el creyente desarrolla amor por sus hermanos en la fe, siente una distancia entre él y sus amigos y familiares incrédulos. Esto es, advierte el Dr. Lloyd-Jones, lo que Jesús quiso decir cuando expresó: "No he venido para traer paz sino espada". El cristiano debe esperar encontrarse con resistencia e incluso persecución de amigos incrédulos, familia e incluso gobiernos locales. Hasta que estén seguros en el cielo, la hermandad de los creyentes proporciona ánimo, exhortación y esperanza renovada.

¿Qué puede darle al cristiano la seguridad de que es hijo de Dios? En este sermón de Juan 1:12-13, el Dr. Martyn Lloyd-Jones describe cómo el conocimiento del diablo y sus ataques pueden dar certeza de salvación. El cristiano se enfrenta al engaño, la tentación y la acusación del diablo. Estas dificultades señalan el hecho de que el cristiano no está conformado a este mundo ni al príncipe de este mundo, el diablo. Además, el Dr. Lloyd-Jones señala que "el cristiano es inevitablemente un reproche para todos los demás". El mundo no odia a la persona "buena" y moral, pero el mundo odia al cristiano moral y bueno. El Dr. Lloyd-Jones profundiza en los detalles de vivir en el mundo como cristiano y cómo entender los ataques del diablo como evidencias de la identidad del cristiano como hijo de Dios en lugar de hijo del diablo. Este sermón desafía la manera en que el cristiano lucha por la seguridad y da esperanza al individuo que batalla con el pecado, la tentación y la acusación.