En este sermón sobre "Las Riquezas de Su Gracia" basado en Romanos 10:11-13, el Dr. Martyn Lloyd-Jones continúa desarrollando el argumento del apóstol Pablo sobre la inclusión de los gentiles en la salvación. Trabajando desde este pasaje, su segundo punto en la serie se basa en el glorioso hecho de que el mismo Señor Jesucristo, quien es Señor sobre todo, es rico en gracia para todos los que le invocan. Dado que la salvación depende enteramente de Dios y Su poder para perdonar, hay esperanza para cualquiera. Es el gran tema central de la Escritura predicho por los profetas, realizado por Jesús en el evangelio, y proclamado por los apóstoles y la iglesia primitiva. ¿Qué significa esto para hoy? No importa cuánto haya pecado alguien o cuán profunda sea su ignorancia, las riquezas de la gracia de Dios son infinitas y Él es suficiente para dar a todos. No hay obra o esfuerzo que uno pueda añadir a su salvación porque Sus riquezas en la salvación son totalmente suficientes. Todas las distinciones y prejuicios mundanos son necios porque Dios es rico para todos, sin distinción, y no hay nada que uno pueda necesitar que no se pueda encontrar en este Salvador infinitamente rico.

La gente ama hacer distinciones entre ellos mismos y otros, entre su tribu y otras tribus. Los corazones caídos tienden a hacer estas distinciones para elevarse por encima de otros, especialmente en asuntos religiosos. El apóstol Pablo ha trabajado incansablemente en Romanos para enfatizar que no hay distinción entre judío y gentil –– todo pecado está lejos de la gloria de Dios. Si uno no sigue al apóstol en esto, construirá diferentes caminos de salvación que apelan a la carne. Uno puede pensar que ser moral, bueno o amable es el camino de salvación. Pero el camino de salvación de Dios siempre ha sido el mismo — los que invoquen el nombre del Señor serán salvos. No hay distinción entre judío o gentil en ningún sentido, ya sea en pecado o salvación. En este sermón sobre Romanos 10:11-13 titulado "Judío o Gentil, Sin Diferencia," el Dr. Martyn Lloyd-Jones expone la enseñanza de Pablo y presenta una aplicación contemporánea. Específicamente, aplica la enseñanza de Pablo al dispensacionalismo y su doctrina que hace distinción entre la salvación para los judíos y la salvación para la iglesia. Con un espíritu amigable, el Dr. Lloyd-Jones desafía el movimiento popular conectando correctamente la enseñanza del Antiguo Testamento sobre la salvación con el Nuevo Testamento. Él enfatiza que solo hay un camino con un evangelio y sin distinciones.

En este sermón sobre la salvación basado en Romanos 10:14-17 titulado "La Predicación y la Salvación", el Dr. Lloyd-Jones profundiza en algunas de las preguntas fundamentales del cristianismo: ¿Cómo se recibe la salvación? ¿Cuál es la posición eterna de aquellos que no han escuchado? ¿Cómo debe predicarse el evangelio? Estas preguntas son importantes para la fe y surgen frecuentemente en la mente del creyente. Pueden ser una fuente persistente de incertidumbre o quizás de duda. Pero el Dr. Lloyd-Jones disipa estos puntos de incertidumbre enfocándose en este pasaje y la interpretación del discurso de Pablo. Vuelve a lo básico, proclamando que la salvación viene a aquellos que claman al Señor. El Dr. Lloyd-Jones explica el papel dinámico de la predicación y dice que es importante porque, como escribe Pablo, la fe viene por el oír las buenas nuevas. El mundo de hoy está lleno de dudas sobre el camino al cielo. ¿Es Cristo el único camino? El Dr. Lloyd-Jones responde a esto basándose en las Escrituras y otros teólogos cristianos, iluminando el camino del incrédulo, específicamente de aquellos que nunca han escuchado el evangelio. ¿Están más allá del alcance de la salvación? Escuche mientras el Dr. Lloyd-Jones regresa a los fundamentos cristianos. Oiga las buenas nuevas predicadas nuevamente y sea recordado del poder soberano de Dios y Su amor incomparable.

¿Por qué la iglesia cristiana se reúne semanalmente para escuchar un mensaje cuando cada persona podría estar en casa leyendo la Biblia? En su sermón sobre Romanos 10:14-17 titulado "¿Por qué la Predicación?", el Dr. Martyn Lloyd-Jones aborda esta pregunta mientras presenta un mensaje sobre la importancia de la predicación como el medio principal que Dios usa para que el evangelio sea escuchado. La lectura es correcta y buena para el cristiano conocedor, pero para alguien recién tocado por el Espíritu Santo, las palabras de un pastor son formativas para su aceptación de las buenas nuevas. El Dr. Lloyd-Jones recuerda al hombre etíope que estaba leyendo el Antiguo Testamento pero no podía entender los escritos. Necesitaba que Felipe subiera a su carruaje y le explicara su significado. Este es el maravilloso poder de la predicación. Además de esta verdad, el Dr. Lloyd-Jones explica cuán importante es que los creyentes se reúnan en la iglesia para escuchar un mensaje. Los creyentes, dice él, necesitan estar presentes para aquellos que necesitan ayuda. Quizás es una persona que ha perdido a un familiar, necesita ánimo, o necesita ayuda para entender el sermón. Los creyentes están allí también para apoyarse mutuamente. Concluye diciendo que la predicación puede ser la chispa poderosa del avivamiento y que la reunión de los cristianos tiene el potencial de glorificar a Dios de maneras que no parecían posibles.

En la primera parte de su sermón sobre Romanos 10:14-17 titulado "Llamados a Predicar (1)", el Dr. Martyn Lloyd-Jones responde a una pregunta importante: ¿qué hace a un predicador? Mientras elabora una lista bíblica que describe a un pastor ideal, el Dr. Martyn Lloyd-Jones declara la primera razón para predicar. Citando de Romanos, lee: "¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?" La razón principal para predicar es anunciar las buenas nuevas a aquellos que no han oído. Como Pablo escribió, las personas no pueden creer en algo a menos que se les hable de ello. La segunda razón para predicar, dice él, es porque una persona es llamada. El Dr. Lloyd-Jones da varios ejemplos del Nuevo Testamento de personas siendo llamadas a predicar las buenas nuevas. Principalmente, cita el llamado de Cristo a los discípulos. Por último, le recuerda al oyente cuán importante es que un predicador sea designado por la congregación. Nuevamente cita pasajes del Nuevo Testamento donde la iglesia seleccionó y oró por ciertas personas para llevar el mensaje local e internacionalmente. Una persona no puede autonombrarse para predicar. Debe recibir la responsabilidad del cuerpo de la iglesia. El Dr. Lloyd-Jones concluye diciendo que estos tres puntos son esenciales para la predicación y la gran oportunidad de compartir la promesa de Cristo.

En el sermón sobre Romanos 10:14-17 titulado "Llamados a Predicar (2)", el Dr. Lloyd-Jones elabora sobre las cualidades que forman a un buen predicador. Profundiza en una discusión igualmente importante: ¿cómo sabe una persona si está llamada a predicar? Leyendo este pasaje, responde a esta pregunta reiterando la definición bíblica de un predicador. Dice que un predicador es uno de los medios ordenados por Dios para difundir las buenas nuevas, porque ¿cómo pueden creer sin antes oír? Pero ¿cómo sabe una persona si está siendo llamada? El Dr. Lloyd-Jones dice que la persona puede sentir una presión que no puede sacudirse, una inclinación hacia cierta noción. Segundo, dice que la persona debe sentir una carga por las almas de los hombres y mujeres. No es suficiente que un hombre quiera hablar frente a la congregación. Esta persona también debe preocuparse profundamente por el espíritu de aquellos a quienes ministra. Por último, de acuerdo con la carga de la persona por las almas de hombres y mujeres, el hombre debe estar dispuesto a predicar el evangelio. Debe vivir para ello, dice el Dr. Lloyd-Jones. Debe estar dispuesto a predicar los hechos de las buenas nuevas: la muerte redentora de Cristo en la cruz y la increíble salvación que viene por la fe.

En su sermón sobre Romanos 10:14-17 titulado "El Mensaje del Predicador (1)", el Dr. Martyn Lloyd-Jones aborda una pregunta importante: ¿qué se supone que deben predicar los predicadores? Basándose en los escritos de Pablo en este pasaje, recuerda que la predicación es el propósito principal de Dios para entregar el evangelio. ¿Cómo debe una persona juzgar si un pastor está ejerciendo una buena predicación? El Dr. Lloyd-Jones diseña una prueba. Si el mensaje no trae "buenas nuevas", probablemente debería reconsiderarse. Las buenas nuevas se llaman buenas nuevas por una razón, dice él. La increíble salvación que los creyentes tienen por la gracia de Dios es motivo de celebración. El Dr. Lloyd-Jones da tres ejemplos comunes de personas que predican sin el gozo del evangelio. Dice que hay que tener cuidado con las personas que dicen que los cristianos deben traer el reino; el reino ya está viniendo. Dice que hay que estar atentos a las personas que predican estrictamente sobre la moral de Cristo, ya que la moral no es la gracia de Dios. También dice que hay que cuidarse de los predicadores que le dicen a la congregación que pongan su fe en la iglesia; la iglesia no es el camino a la salvación. Con esto, el Dr. Lloyd-Jones concluye su sermón afirmando que la única fe verdadera que tienen los creyentes está en Jesucristo y el gozo que viene con ella.

En su sermón sobre Romanos 10:14-17 titulado "El Mensaje del Predicador (2)", el Dr. Martyn Lloyd-Jones habla sobre el gran gozo que tienen los creyentes en el evangelio. Leyendo este pasaje de la Escritura, recuerda al oyente los fundamentos de las buenas nuevas y cómo debe inspirar a los cristianos. Dice que la predicación es el principal medio designado por Dios para compartir el evangelio a la congregación y a los no creyentes. Debido a esta responsabilidad, es importante que los predicadores integren las buenas nuevas en su mensaje. El Dr. Lloyd-Jones ofrece esta sugerencia con una advertencia a la congregación: no se cansen de escuchar el evangelio. Es fácil para los cristianos olvidar el asombroso poder otorgado por Dios a los que creen. El Dr. Lloyd-Jones aprovecha la oportunidad para recordar a los cristianos lo que tienen en Cristo. Dice que Dios entregó a Su Hijo para el perdón de pecados simplemente porque es rico en misericordia y gracia, como se ve en Efesios 2. El Dr. Lloyd-Jones explica la intercesión diaria que Cristo hace por los cristianos a la diestra del Padre. Continúa describiendo el gemido del Espíritu Santo que ora cuando los creyentes no saben qué orar. Con estos increíbles privilegios, el Dr. Lloyd-Jones concluye con un llamado a obedecer el evangelio y regocijarse en las promesas contenidas en él.

¿Cómo se salva una persona? ¿Es simplemente a través de escuchar el evangelio o es a través de la fe? Este debate representa una división teológica en la iglesia cristiana. En este sermón sobre Romanos 10:16-17 titulado "El Oír de la Fe", el Dr. Martyn Lloyd-Jones proporciona un fundamento bíblico firme sobre la salvación que no viene solo por oír, sino por la fe en Cristo y Su sacrificio en la cruz. El Dr. Lloyd-Jones dice que hay dos tipos de oír: el oír que llega a los oídos y el oír que mueve a una persona a creer. Citando las palabras de Isaías, revela que esto siempre ha sido así. No toda persona que oye cree. Fue igual en el Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento y hoy. El Dr. Lloyd-Jones señala que esto es un ejemplo de la inspiración divina en las Escrituras. En un ejemplo relacionable del "asistente a la iglesia", el Dr. Lloyd-Jones revisa los elementos necesarios para que una persona escuche el evangelio con fe. El corazón de esa persona debe ser abierto por Dios y luego debe confiar en la muerte redentora de Cristo en la cruz. Para transmitir esta increíble verdad, el Dr. Lloyd-Jones se basa en otros ejemplos del Nuevo Testamento que encarnan y proclaman esta fe hoy.

En Romanos 10:16-17, Pablo explica que para que una persona llegue a la fe, debe oír las buenas nuevas. Pero ¿qué viene después de recibir la fe? En este sermón sobre Romanos 10:16-17 titulado "Fe y Obediencia", el Dr. Lloyd-Jones responde esta pregunta afirmativamente señalando a la iglesia primitiva en tiempos de Pablo. Después de la fe, se esperaba un cambio en los creyentes. Ya no podían participar en la adoración de ídolos o rituales inmorales. El Dr. Lloyd-Jones dice que deben someterse al evangelio con obediencia. Una buena prueba para ver si una persona realmente tiene fe es mirar sus acciones. ¿Han cambiado después de creer o solo dan, como lo llama el Dr. Lloyd-Jones, "asentimiento intelectual"? Estas son personas que simplemente reconocen el evangelio como la verdad pero no hacen nada para respaldarlo. Nunca dejaron atrás los hábitos y prácticas mundanas. Pero el Dr. Lloyd-Jones señala que como dijo Santiago, la fe sin obras está muerta. La obediencia muestra fe y la fe fomenta la obediencia. Al concluir este sermón sobre la obediencia, extiende el mensaje de salvación, recordando tanto a creyentes como a no creyentes el gozo que se encuentra en ella.

¿Cuál es la reacción del cristiano al evangelio? En este sermón de Romanos 10:16-17 titulado "Fe y Gozo", el Dr. Martyn Lloyd-Jones declara que la primera acción de un cristiano es obedecer. Existe una diferencia entre las personas que simplemente escuchan el evangelio y aquellos que actúan en base a él. Algunos escuchan y olvidan, y otros escuchan y hacen. Él declara que esta es la reacción primaria al evangelio. La reacción secundaria es el gozo. El Dr. Lloyd-Jones plantea una pregunta poderosa: si los cristianos deben ser luz en este mundo, ¿por qué tantos están atrapados en sus propios problemas y pesimismo? Él dice que los cristianos deberían ser las personas más felices en la tierra. Da ejemplos de algunas de las personas más gozosas en el Nuevo Testamento: el carcelero de Filipos, el pastor que encontró su oveja, y la mujer que lavó los pies de Cristo. Todas estas son personas que, de diferentes maneras, escucharon las buenas nuevas y respondieron apropiadamente. El Dr. Lloyd-Jones recuerda que los cristianos tienen gran motivo para regocijarse ya que han sido perdonados de muchos pecados y se les promete una herencia eterna con Dios. El Dr. Lloyd-Jones concluye que a la luz de aquellos gozosos creyentes del Nuevo Testamento, quizás los cristianos de hoy deberían reevaluar su reacción al evangelio y reconsiderar la vida que les ha sido dada.

¿Realmente afirmó el apóstol Pablo que el evangelio había sido proclamado por todo el mundo? ¿Qué pudo haber querido decir con tal declaración? ¿Qué hay de los judíos y cómo puede afirmar que la mayoría de ellos no han obedecido el evangelio? ¿La mayoría de ellos escucharon el evangelio predicado? Algunos protestarían y pensarían que Pablo estaba obviamente equivocado. En este sermón sobre Romanos 10:18-21 titulado "El Caso de los Judíos", el Dr. Martyn Lloyd-Jones examina la conexión entre la anticipación del Antiguo Testamento sobre la venida del Mesías y el rechazo a gran escala de Jesucristo por parte de los judíos y también durante la época de Pablo. Al interpretar la Escritura con la Escritura, el Dr. Lloyd-Jones demuestra cómo el pueblo judío debería haber conocido acerca del Mesías sufriente a través de sus propias Escrituras. El Nuevo Testamento a menudo asume la claridad del evangelio en el Antiguo Testamento y sin embargo existe una ceguera ante esta clara enseñanza. El evangelio del apóstol Pablo no era un mensaje que debiera estar oculto de las masas. No había indicio de una "religión de misterios" donde solo unos pocos selectos conocían los detalles correctos para ser "iniciados". El Dr. Lloyd-Jones sostiene que Dios estaba llevando el mensaje del evangelio a través de apóstoles, profetas y predicadores designados para que fuera escuchado por todos, en todas partes.

¿Por qué está la nación judía ahora fuera del reino de Dios? En este sermón sobre Romanos 10:18-21 titulado "El Evangelio y los Judíos", el Dr. Martyn Lloyd-Jones analiza y confirma que no es porque los judíos carezcan de oído o porque falte una enseñanza clara para ellos. Pablo ha dejado tres cosas muy claras hasta ahora en Romanos: el camino de la salvación, la inclusión de los gentiles y la exclusión de los judíos. Los judíos de hecho recibieron una enseñanza muy clara sobre esto de Moisés y otros profetas. Moisés incluso dijo explícitamente que el reino de Dios sería quitado de la nación judía y dado a una nación que produjera fruto. Entonces, si los judíos han escuchado y recibido enseñanza, ¿cuáles son las razones por las que ya no están en el reino? Se debió a sus falsas perspectivas sobre la salvación. Ellos la pensaban en términos de su nación y el hecho de que estaban circuncidados. Tenían una falsa confianza en la carne, aferrándose a su linaje familiar y al hecho de que tenían las Escrituras del Señor. Eso resultó ser su piedra de tropiezo. Dios requiere que los creyentes no sean solo oidores de la ley sino también hacedores de la ley.

En lo que respecta al conocimiento humano, el entendimiento humano o las obras humanas, los judíos de la época de Pablo estarían en una posición de total ventaja. Sin embargo, la mayoría de los judíos, como Pablo lamenta en Romanos, no obedecieron el evangelio. ¿Por qué? Además, ¿qué significa que Pablo cite las Escrituras contra los judíos llamándolos "desobedientes" y "contradictorios"? En este sermón sobre Romanos 10:18-21 titulado "La Tragedia de los Judíos", el Dr. Martyn Lloyd-Jones fundamenta la tragedia de los judíos en la elección soberana de Dios y su prejuicio contra el Señor Jesucristo. La salvación pertenece al Señor, como nos recuerda el Dr. Lloyd-Jones. El camino de la salvación desde el antiguo pacto hasta el nuevo pacto está determinado por la gracia soberana de Dios. El "cualquiera" de la salvación está ligado al "cualquiera" como Dios determina, ya sea predominantemente judíos o predominantemente gentiles. Pero el Dr. Lloyd-Jones también deja espacio para la responsabilidad humana. Muchos de los judíos en el primer siglo simplemente estaban en contra del evangelio. Jesús experimentó esto en Su ministerio terrenal con los fariseos, al igual que Pablo en su ministerio. Escuche mientras el Dr. Lloyd-Jones aborda el tema de la soberanía divina y la responsabilidad humana, y mientras Pablo explicaba la tragedia de los judíos, el Dr. Lloyd-Jones llama a la iglesia al autoexamen y la alabanza en la elección soberana de Dios.

¿Cómo podría ser que los gentiles, necios e ignorantes, recibirían predominantemente el evangelio, mientras que el pueblo escogido de Dios, los judíos, lo rechazarían en su mayoría? El Dr. Martyn Lloyd-Jones ha estado siguiendo el argumento del apóstol Pablo a través de Romanos, buscando responder a esta pregunta siguiendo el texto inspirado de la Escritura misma. En este sermón sobre Romanos 10:18-21 titulado "Aprendiendo las Lecciones", él transita de la exposición a la aplicación de los muchos principios exegéticos que ha establecido en mensajes anteriores. El Dr. Lloyd-Jones señala el importante papel de la aplicación personal de la Escritura, que muchos de los judíos en los días de Pablo no captaron. Además, traza la historia de la iglesia como ilustración de la "ortodoxia muerta" que abandona al Señor Jesucristo y persigue a Su iglesia. La respuesta a tal alarmante tendencia de los llamados "cristianos" que persiguen a la iglesia es una postura de autoexamen y retorno a la autoridad suprema: la palabra de Dios. El Dr. Lloyd-Jones pide a la iglesia permanecer abierta al escrutinio de la Escritura, manteniéndose humilde ante ella y ante otros, mientras maneja correctamente toda la Biblia. Escuche este mensaje vital del Dr. Martyn Lloyd-Jones mientras advierte a la iglesia que tome en serio la tragedia de los judíos, no meramente como un interés histórico, sino más importantemente como un medio de la gracia de Dios en la vida de Su pueblo.

¿Cuál es la naturaleza de la verdadera paz? Muchos dicen que la paz es simplemente la ausencia de guerra o conflicto. En este sermón sobre Romanos 10:15 titulado "El Evangelio de Paz", sin embargo, el Dr. Martyn Lloyd-Jones dice que hay una paz mejor que Dios da. La Biblia dice que todos están en pecado y totalmente corrompidos. Se pelean entre sí porque son pecadores alienados de Dios. Esta relación incorrecta con Dios es la fuente de toda lucha y hostilidad entre las personas, y hasta que las personas no se reconcilien con Dios, no se reconciliarán entre sí. Por esto Dios no solo provee un camino para que todos sean redimidos de sus pecados, sino también para restaurar su relación con Él. Esta relación correcta es lo que da verdadera y duradera paz porque da el conocimiento de que Dios ama a la humanidad y ha muerto por todos. Esta paz muestra que uno puede descansar en Dios y no en sí mismo. Muestra que mientras este mundo es pasajero, uno tiene esperanza en el mundo venidero cuando Cristo regrese para traer el nuevo cielo y la nueva tierra. ¿Qué significa esto para los creyentes ahora? Significa que no deben buscar ninguna otra fuente de paz que la que Dios ha dado en Su Hijo.