El apóstol Pablo es un maestro en conectar la doctrina con los asuntos prácticos. Él entreteje ambos aspectos perfectamente en sus escritos apostólicos. Si bien hay un cambio de énfasis en Romanos 12 - de la doctrina a la práctica - Pablo nunca abandona la doctrina. Como pastor, está preocupado por ayudar a esta congregación en Roma y esto siempre incluye argumentos y llamados doctrinales. En este sermón de transición sobre Romanos 12:1-21 - el primero de una serie de treinta y cinco sermones sobre Romanos 12 - titulado "Introducción", el Dr. Martyn Lloyd-Jones desafía a aquellos en la iglesia que ven los asuntos prácticos como anticlimáticos. Hay algo erróneo en el pensamiento de la iglesia si solo se enfoca puramente en la doctrina. El Dr. Lloyd-Jones contrarresta este error exponiendo cinco razones bíblicas y teológicas por las que la iglesia debería enfocarse en más que solo la doctrina. Además, presenta un análisis general del resto de Romanos y prepara a sus oyentes con un bosquejo particular de Romanos 12. Escuche este sermón único y convincente sobre Romanos 12 del Dr. Lloyd-Jones mientras llama a la iglesia a un ministerio integral y a una fe cristiana que se vive en la práctica.

¿Qué relación tienen la doctrina y la práctica? Algunos cristianos dudan de la relevancia de la doctrina para la vida cristiana. Para ellos es simplemente cuestión de ser éticos y morales, y no hay necesidad de entender la doctrina bíblica para las buenas obras. Los antinomianos, por otro lado, se aferran a la doctrina pero viven como les place. En este sermón sobre Romanos 12:1-2 titulado "La Vida Cristiana", el Dr. Martyn Lloyd-Jones dice "no" a ambos. Uno puede proclamar doctrina como desee, pero si no cambia su vida, no ha entendido la doctrina. Asimismo, el Dr. Lloyd-Jones dice que la doctrina es clave para la moral cristiana porque provee la motivación y el poder correctos para vivir la vida santificada en Cristo Jesús. Él sostiene en este sermón que Pablo muestra que los motivos son importantes y que el cristiano vive en vista de la misericordia de Dios. La fuerza para realizar buenas obras no está simplemente en el esfuerzo propio sino en el poder que viene del Espíritu Santo. Si la doctrina proclamada en el evangelismo no coincide con la práctica cristiana, dice el Dr. Lloyd-Jones, la doctrina no ha sido entendida. Si las buenas obras no están fundamentadas en la doctrina, una persona no está verdaderamente viviendo la vida cristiana. Escuche mientras él desarrolla la característica distintiva de una vida cristiana.

En asuntos de conducta cristiana, ¿se apela a la mente o al corazón? A menudo se los enfrenta entre sí, pero el Dr. Martyn Lloyd-Jones no cree que el cristiano deba abordar la vida cristiana apelando meramente al intelecto o simplemente a las emociones. En cambio, dice que uno comienza con la doctrina –– quiénes son en Cristo –– y luego la conducta apropiada se deduce de la verdad doctrinal. La verdadera doctrina siempre apela a las emociones. En este sermón sobre presentar sus cuerpos como sacrificio vivo de Romanos 12:1-2 titulado "Un Sacrificio Vivo", el Dr. Lloyd-Jones recuerda que no existe tal cosa como una teología seca y árida. El humanismo y el legalismo se oponen a la verdadera enseñanza de la Escritura. El humanismo solo puede apelar al intelecto, mientras que el legalismo apela directamente a la voluntad de la persona. El gran motivo del evangelio, que es la gran misericordia de Dios en Cristo Jesús, eleva todo el problema de la conducta a un nivel espiritual. Luego desarrolla las implicaciones del llamado del apóstol Pablo a la mente y al corazón en la conducta cristiana. Se esfuerza por demostrar que Pablo está presentando todo el cuerpo físico como sacrificio a Dios, quien por Su gran misericordia hace a los cristianos partícipes de esta gloriosa y maravillosa salvación.

La Biblia ofrece muchos comentarios sobre lo espiritual, pero ¿cómo podemos glorificar a Dios con nuestros cuerpos físicos? El Dr. Martyn Lloyd-Jones proporciona 3 puntos clave sobre por qué y cómo debemos glorificar a Dios con nuestros cuerpos en su sermón sobre Romanos 12:1-2. Primero, que la persona entera debe ser salva, no solo la mente y el espíritu del hombre. El Dr. Lloyd-Jones afirma que nunca debemos excluir el cuerpo en nuestras ideas de redención porque es el "templo del Espíritu Santo" y debe ser tratado como tal. Aunque algún día dejaremos el cuerpo, no es simplemente carne que alberga nuestra alma. Es, en cambio, un templo para que el Espíritu Santo more en nosotros. En segundo lugar, debemos glorificar a Dios con nuestros cuerpos porque el alma debe tener un cuerpo para expresarse. No somos solo almas flotando dentro de cuerpos. No, somos seres inteligentes que podemos pensar, ver y realizar actos físicos. El cuerpo, el alma y la mente están todos entrelazados y cuando se combinan, nos hacen quienes somos. En tercer lugar, no debemos ignorar la importancia eterna de nuestro cuerpo físico porque es una de las principales fuentes de tentación y pecado. El Dr. Lloyd-Jones declara: "La mayor lucha para cada cristiano es la lucha contra la tentación del cuerpo." El pecado está al acecho en cada esquina. Debemos estar siempre atentos para protegernos de la tentación corporal. Para contrarrestar nuestras tendencias pecaminosas, debemos presentar nuestros cuerpos como "sacrificio vivo". Como dice Pablo, debemos sacrificar nuestros propios deseos pecaminosos por la eternidad. Queremos preservar nuestros cuerpos para ser "santos y agradables a Dios". Si nos esforzamos por esto, entonces estaremos listos cuando inevitablemente debamos presentarlos a Dios.

"¿Qué es un servicio "razonable"? ¿Cómo están conectados el servicio y la adoración en las Escrituras? ¿Cómo podría verse en la práctica que los cristianos presenten sus cuerpos como sacrificios vivos? En este sermón sobre Romanos 12:1-2 titulado "Adoración Espiritual", el Dr. Martyn Lloyd-Jones aborda estas preguntas y otras. En este sermón práctico, enseña sobre temas como el sexo, el sueño, el ejercicio, la lengua y los ojos. Relaciona estas actividades físicas con la enseñanza de Pablo sobre los cristianos ofreciendo sus cuerpos físicos para la gloria de Dios. Además, enfatiza la enseñanza del apóstol de que la adoración debe ser "razonable"; es decir, reflexiva e interna. Muchos grupos como los católicos romanos elevan la importancia de los rituales externos, pero el Dr. Lloyd-Jones dice que esto es un error. El cristiano debe tener cuidado de no exteriorizar la adoración. Esto no es una adoración razonable ni una enseñanza del Nuevo Testamento. Presentar tu cuerpo debe hacerse de manera reflexiva y siempre con la capacidad de justificarlo según las Escrituras. Lo más importante, dice el Dr. Lloyd-Jones, es considerar el cuerpo físico como un regalo para Dios, no usarlo para uno mismo, sino ofrecérselo a Él para que lo use para Su gloria y Su alabanza. Escuche mientras él proporciona orientación para el discipulado y la madurez cristiana."

Cuando la iglesia se vuelve como el mundo, el mensaje del evangelio se eclipsa. Hoy parece que la iglesia frecuentemente se está doblegando a los deseos y pensamientos del mundo. ¿Quién determina la moralidad? ¿Qué es lo correcto? Algunos líderes de la iglesia argumentan que el mensaje debe cambiar o se volverá irrelevante. En este sermón sobre Romanos 12:1-2 titulado "El Mundo (1)", el Dr. Martyn Lloyd-Jones argumenta que este mismo pensamiento es conformarse al mundo. El mundo, según la Biblia, piensa, se organiza y vive la vida apartado de Dios. La humanidad caída está corrompida en su propio pensamiento. No conocen a Dios. No entienden la profundidad del problema humano y sus soluciones propuestas carecen de la respuesta. El Dr. Lloyd-Jones argumenta que los cristianos no deben conformarse al mundo. El entendimiento de la moralidad viene de la palabra de Dios y nada más. Los cristianos son un pueblo distinto que tiene una mente nueva y han sido iluminados a la voluntad de Dios. La gran tragedia hoy no es que el diablo esté controlando el mundo sino que los cristianos están buscando respuestas en el mundo. Que la teología se está conformando a las ideas y expectativas de la humanidad pecaminosa. Escuche mientras el Dr. Lloyd-Jones explica en este sermón que esta advertencia es tan necesaria hoy como siempre lo fue: no os conforméis a este mundo.

Evitar el mundo no es una opción para los cristianos. Algunos aún lo intentan estableciendo reglas y regulaciones porque el temor a conformarse al mundo impulsa sus decisiones. Se coloca entonces una gran distancia entre el cristiano y el mundo. La historia ha mostrado los diversos extremos a los que hombres y mujeres llegarán, y todo ello es contrario al evangelio. En este sermón sobre Romanos 12:1-2 titulado "El Mundo (2)", el Dr. Martyn Lloyd-Jones está preocupado de que los cristianos que buscan vivir una vida de santidad puedan caer en esta trampa del legalismo o farisaísmo. Todo esto está gobernado por el miedo y esto no es lo que el apóstol Pablo tenía en mente. Escuche mientras el Dr. Lloyd-Jones aborda este grave error. El cristiano no debe estar tan enfocado en el mundo que su búsqueda de santidad llegue a ser impulsada por él. Lo que Dios ha dado al cristiano es Su palabra y no deben preocuparse por las regulaciones adicionales que algunos dicen que el cristiano debe seguir. Por el contrario, de lo que uno debe preocuparse es simplemente de la expresión de su nuevo carácter en Cristo. Esto es lo que impulsa al creyente: la persona del Señor Jesucristo.

Abordar el pecado individual en la vida cristiana es típicamente como los evangélicos piensan sobre el crecimiento o la santificación. A menudo creen que al enfrentar el pecado de manera fragmentada lograrán una victoria general en sus vidas. El problema, por supuesto, es que una vez que obtienen victoria sobre un pecado individual, siempre hay otra tentación al acecho. Como resultado, el cristiano vuelve a caer en el pecado que lo asedia. En lugar de lidiar con el pecado individual de esta manera, el apóstol Pablo nos llama a algo más profundo. La doctrina de la santificación es mucho más integral que esto. En este sermón sobre Romanos 12:1-2 titulado "La Renovación de la Mente (1)", el Dr. Martyn Lloyd-Jones recuerda en este mensaje que la santificación concierne a toda la perspectiva de vida. El cristiano verá su vida entera de manera diferente. También pensará diferentemente sobre sí mismo y el mundo, y por lo tanto actuará diferentemente en este mundo. En lugar de añadir una lista de lo que se debe y no se debe hacer, Pablo ordena a los creyentes ser completamente transformados por la renovación de la mente. El Dr. Lloyd-Jones insiste en este punto importante porque es esencial para la enseñanza cristiana; es la diferencia entre el legalismo y el cristianismo. El legalismo comienza con listas de comportamiento y llama a las personas a cumplir la lista. El cristianismo comienza con quién es la persona en Cristo y luego avanza hacia el comportamiento correcto. La diferencia es sutil pero importante para ser conformados a la imagen del Hijo y evitar la hipocresía.

El propósito de la encarnación, la cruz y la resurrección no es simplemente que los individuos escapen del infierno. El cristiano perderá la gloria de la persona y obra de Cristo si reduce la salvación a un seguro contra el fuego. En este sermón sobre Romanos 12:1-2 titulado "La Renovación de la Mente (2)", la regeneración, o nuevo nacimiento, es ser transferido fuera del reino de las tinieblas y ser transferido al reino del Hijo amado de Dios. Esto es lo que significa ser cristiano - Dios crea una nueva humanidad. El cristiano tiene nuevos pensamientos, nuevas actitudes y una nueva perspectiva de la vida. En resumen, su mente es transformada. Como dice el apóstol Pablo de manera sucinta, el cristiano tiene una renovación de la mente. Uno pierde el mensaje de todo el Nuevo Testamento si no capta la enseñanza del apóstol Pablo en este pasaje. El Dr. Lloyd-Jones recuerda cuán importante es la enseñanza de Pablo para la vida cristiana. Como peregrinos en el camino, los cristianos se dicen a sí mismos día tras día: "Ya no pertenezco a las tinieblas; soy del pueblo de Dios. Soy de Su reino". Al recordarse estas cosas, ven a Dios, a sí mismos, al mundo y al tiempo mismo de una manera completamente diferente. Escuche mientras el Dr. Lloyd-Jones aplica una de las enseñanzas más profundas sobre la doctrina de la santificación.

El cristiano ciertamente fallará en entender el cristianismo si lo reduce a moralidad, escape del infierno, o incluso simplemente al perdón de pecados. En este sermón sobre Romanos 12:1-2 titulado "La Renovación de la Mente (3)", el Dr. Martyn Lloyd-Jones recuerda que el cristianismo se ocupa de esas cosas, pero las Escrituras enseñan que la vida cristiana es mucho más. La doctrina de la regeneración, dice él, nos dice que Dios capacita la mente para conocer y apreciar la voluntad de Dios. Ciertamente es antinatural para la humanidad caída deleitarse en la ley del Señor. Es contrario a la naturaleza pecaminosa confesar, sin importar las terribles circunstancias de la vida, que los caminos de Dios son siempre buenos. De hecho, el placer y deleite que el creyente experimenta con respecto a la voluntad de Dios es tanto el resultado como la meta de la renovación de la mente. El Dr. Lloyd-Jones sostiene que la nueva perspectiva de vida donde el cristiano cree que la voluntad de Dios es siempre buena, siempre aceptable y siempre perfecta eleva al cristianismo por encima de otros sistemas éticos del mundo. Escuche cómo muestra que la renovación de la mente conduce al aspecto más glorioso de la fe cristiana: encontrar la voluntad de Dios hermosa y maravillosa sin importar las circunstancias.

En este sermón sobre Romanos 12:3 titulado "Todo por Gracia", el Dr. Martyn Lloyd-Jones enseña que la gracia es el favor inmerecido de Dios. Lo distintivo del cristianismo es que es la gracia la que inicia la vida cristiana y es la gracia la que sostiene al cristiano a través de la vida. Esto es cierto tanto de la gracia general que hace a uno cristiano, como de la gracia que otorga dones espirituales. El Dr. Lloyd-Jones dice que es esta visión de la gracia de Dios la que ayuda a equilibrar la declaración del apóstol Pablo sobre su autoridad mientras mantiene una visión contracultural de la humildad. Pablo puede fácilmente referirse a sí mismo como un ejemplo a seguir porque reconoce que su oficio apostólico es enteramente gracia inmerecida dada por el Espíritu. El Dr. Lloyd-Jones conecta la enseñanza de Pablo en este pasaje con otros pasajes clave del Nuevo Testamento sobre los dones espirituales y la autoridad en la iglesia. El contraste entre la visión mundial de la ética, así como la visión católica romana de la autoridad papal, están en fuerte contraste con el testimonio de las Escrituras, dice el Dr. Lloyd-Jones. Escuche mientras recomienda la enseñanza del apóstol Pablo sobre la gracia y reafirma la posición cristiana de que todo es por gracia.

Los dones espirituales han sido un tema de controversia en la iglesia desde el comienzo del cristianismo. Qué rápido el cuerpo de Cristo olvida la soberanía del Espíritu Santo en la distribución de los dones. De este error surgen toda clase de pecados y abusos de los dones dados por Dios. En un sermón sobre Romanos 12:3-5 titulado "Los Dones en la Iglesia," el Dr. Martyn Lloyd-Jones aborda dos necedades particulares en las que cae la iglesia cuando olvida la soberanía del Espíritu y la diversidad de los dones. Por un lado, dice él, el cristiano piensa más altamente de sí mismo de lo que debería. Siguiendo al apóstol Pablo, demuestra cómo las Escrituras enseñan la humildad y particularmente las más profundas demostraciones de humildad en el ejemplo del Señor Jesucristo. El llamado de Pablo para que la iglesia piense es clave, ya que esto se conecta con su enseñanza previa sobre la renovación de la mente. Por otro lado, los cristianos pueden subestimar la importancia de cualquier don. Hay dos peligros iguales, advierte el Dr. Lloyd-Jones, sobreestimar un don, volviéndose orgulloso, o menospreciar otro don y así denigrar la obra del Espíritu. Escuche mientras el Dr. Lloyd-Jones enseña sobre los dones en la iglesia, un tema en el cual los cristianos constantemente necesitan claridad y dirección.

En este sermón sobre Romanos 12:3-5 titulado "El Cuerpo de Cristo", el Dr. Martyn Lloyd-Jones enseña el principio de que todo es por gracia. Este principio debe llevarnos a pensar con cordura, no con soberbia. Considere la naturaleza y las partes del cuerpo humano y vea cómo esto se aplica a nuestra posición en la iglesia cristiana. Un cuerpo tiene una unidad orgánica que es vital. Nadie puede incorporarse por sí mismo al cuerpo de Cristo; solo el Señor puede añadir a la iglesia. Hay gran variedad y unidad en el cuerpo. Existe una función diferente para cada miembro y esto no debe olvidarse. Los cristianos no deben envidiarse unos a otros por las posiciones que se les ha otorgado. Algunas partes no se mencionan, pero son esenciales para el funcionamiento del cuerpo en su totalidad. Si alguien piensa que sus dones son independientes, debe recordar que sus dones no son para sí mismos sino que son parte del todo y sirven al todo. Todos están subordinados a la cabeza y no deciden lo que quieren hacer, sino que Cristo lo decide. Se anima al oyente a estar listo para obedecer cada mandato y estar a Su servicio, maravillándose de tener siquiera un lugar en este cuerpo.

El movimiento ecuménico moderno ha tenido un profundo impacto en la comprensión cristiana contemporánea de la unidad. Pero ¿qué coincidencias tiene, si las hay, este movimiento con la unidad bíblica? En este sermón sobre Romanos 12:4-5 titulado "Un Cuerpo", el Dr. Lloyd-Jones recuerda que un punto esencial que los cristianos evangélicos deben recordar es la inevitabilidad de la unidad de la iglesia. Debido a que la iglesia es una sociedad espiritual llamada el cuerpo de Cristo, necesariamente habrá verdadera unidad. Esforzarse por mantener la unidad visible es una necesidad porque los cristianos evangélicos creen lo que dice la Biblia. Sin embargo, dice el Dr. Lloyd-Jones, el carácter de la unidad de la iglesia es espiritual - no puede ser fabricada por personas ya que es el resultado sobrenatural de la obra creativa del Espíritu Santo. Solo cuando una persona nace de nuevo y es bautizada en el cuerpo de Cristo puede ocurrir una genuina unidad cristiana. Esto, junto con el error de separar la unidad de la persona completa - en particular la mente de una persona a través de la doctrina - es el mayor error del movimiento ecuménico. Mientras algunos cristianos se unen al lema "la doctrina divide", el Dr. Lloyd-Jones ofrece un desafío bíblico directo diciendo que no puede haber verdadera unidad suprimiendo el pensamiento y negando la capacidad de una persona para pensar sobre la verdad. Los cristianos evangélicos necesitan escuchar de nuevo este importante mensaje sobre la unidad cristiana, la doctrina y el momento ecuménico.

¿Qué guía y mantiene unificada a una iglesia? ¿Cómo puede la iglesia fomentar la unidad entre sus miembros? En este sermón sobre Romanos 12:5-6 titulado "El Carácter de la Unidad", el Dr. Martyn Lloyd-Jones explica que hay dos elementos para preservar la unidad de una iglesia. Existe una unidad espiritual que solo puede ser producida por el Espíritu de Dios y existe un acuerdo fundamental necesario en la doctrina. Mientras se logra el acuerdo en el área de la doctrina, también es importante recordar que el cuerpo de la iglesia fue creado con un propósito específico. Debe funcionar de manera viva y activa en conjunto como muchos miembros de un solo cuerpo. La iglesia debe estar usando sus dones, de lo contrario está fallando como iglesia. El Dr. Lloyd-Jones advierte al oyente que se cuide de que su iglesia caiga en dos extremos cuando se trata de ser activa: por un lado, el activismo o el exceso de ocupaciones agota al cuerpo y desgasta a sus miembros. Por otro lado, la híper-parálisis, donde los miembros individuales solo se preocupan por sí mismos, hace que la iglesia esté perpetuamente inactiva y enfermiza. La actividad de la iglesia debe ser consistente y conforme a la mente de la cabeza, que es Cristo Jesús, como Él instruye en las Escrituras.

En este sermón sobre Romanos 12:6 titulado "Dones Espirituales (1)", el Dr. Martyn Lloyd-Jones nos anima a examinar la naturaleza de los dones espirituales. Dios decide qué don otorgar a cada cristiano, pero todos operan en y por medio del mismo Espíritu. Nos recuerda que hay "diversidad de operaciones, pero el mismo Dios es el que hace todas las cosas en todos." ¿Por qué y cómo deben los cristianos "anhelar" y "desear" los mejores dones? ¿Cómo deberían buscar estos dones? Se anima al oyente a aprender a amar los dones espirituales y a estar lleno de amor. El Dr. Lloyd-Jones enfatiza y explica la doctrina del cuerpo, el amor y el contentamiento. ¿Puede alguien "reclamar" un don? Escuche mientras el Dr. Martyn Lloyd-Jones examina más directamente el don de lenguas, el pastoreo y las misiones, y muestra la importancia de entender que los dones no pueden ser "reclamados" ni impartidos por otros. Algunas personas proclaman que "la necesidad es el llamado", pero esto simplemente muestra una ignorancia de la doctrina concerniente al llamado del Espíritu. El Dr. Lloyd-Jones aborda el bautismo con el Espíritu Santo, cómo difieren los dones y Su llamado al servicio particular. Dios decide los dones, llama al cristiano a cierto don y lo equipa para el servicio al cual cada uno de Sus hijos ha sido llamado.

Quizás ningún tema en los círculos evangélicos genera más controversia que la naturaleza y función de los dones espirituales. A veces puede existir una gran división entre 'cesacionistas' y 'continuacionistas' sobre los dones "inusuales". En este sermón sobre Romanos 12:6 titulado "Dones Espirituales (2)", el Dr. Martyn Lloyd-Jones habla con claridad y valentía sobre el tema. Al argumentar a favor de la continuación de todos los dones - incluyendo los dones inusuales - responde a objeciones específicas planteadas por los 'cesacionistas'. Una característica única de este sermón es el recordatorio del Dr. Lloyd-Jones a todos los grupos sobre la soberanía del Espíritu Santo tanto en la distribución como en la retención de los dones. Solo el Espíritu determina la manifestación de todos los dones, pero el Espíritu puede ser contristado. Este difícil equilibrio se mantiene en este mensaje donde advierte que contristar al Espíritu resulta no solo en una falta de dones inusuales, sino también en el impedimento de los dones "regulares". Además, responde útilmente a una de las preguntas más prácticas en la vida cristiana: ¿cómo sabe uno cuál es su don particular? Con aplicación práctica y enseñanza profunda sobre profecía, lenguas y dones milagrosos, el Dr. Lloyd-Jones expone la gran doctrina de los dones espirituales.

El don de profecía es uno de los dones espirituales más inusuales dados por el Espíritu Santo. Ha sido desestimado, sobreenfatizado y abusado a lo largo de la historia de la iglesia. En un sermón sobre Romanos 12:6 titulado "Dones Espirituales (3)", el Dr. Martyn Lloyd-Jones ilustra tanto el rechazo como el abuso de esta enseñanza en la iglesia. No solo da una lección de historia sobre el mal uso del don de profecía; expone la enseñanza bíblica al respecto. Analizando cuidadosamente cada interpretación, explica varios entendimientos de la enseñanza del apóstol Pablo sobre la profecía y la fe. Al final, el Dr. Lloyd-Jones se inclina por la enseñanza que dice que Pablo está llamando a la iglesia a profetizar en proporción a la fe – el cuerpo objetivo de doctrina. Presenta un caso sólido y convincente sobre la importancia de la teología sistemática en la vida cristiana. Además, al delinear principios generales para discernir las declaraciones proféticas, ayuda a los cristianos a aplicar la enseñanza bíblica sobre probar los espíritus. El Espíritu Santo siempre será consistente con lo que Él ha dado en las Escrituras. Finalmente, el Dr. Lloyd-Jones señala la naturaleza misteriosa de la enseñanza de las Escrituras sobre el tema de los dones milagrosos. El Espíritu es siempre soberano del don, sin embargo, según las Escrituras, el cristiano puede apagar al Espíritu.

¿Cómo asegura Dios que la iglesia esté equipada para su misión? En este pasaje de la Escritura, el apóstol Pablo dice que es por medio del Espíritu Santo dando dones a los que están en la iglesia. A algunos se les da el don de la enseñanza y a otros el don de dar. En este sermón sobre Romanos 12:7-8 titulado "Dones Espirituales (4)", lo importante es que cada cristiano solo busque usar los dones que Dios realmente les ha dado, no los que desean. Él dice que hay un gran peligro en que los cristianos intenten hacer cosas para las cuales no han sido dotados. Aquellos que no tienen el don de la enseñanza no deberían buscar ser maestros porque están destinados a fracasar. Los cristianos deben confiar en Jesús, que Él les ha otorgado los dones que son mejores para ellos y para la iglesia en su conjunto. Dios en Su sabiduría da a todos los cristianos lo que necesitan para ser fieles siervos de Jesucristo.

¿Por qué Dios da diferentes dones espirituales a cada cristiano? En este sermón sobre Romanos 12:6-8 titulado "Lecciones de la Iglesia Primitiva", el Dr. Martyn Lloyd-Jones explica que Dios equipa a Su iglesia para fortalecerla y edificarla para cumplir la tarea de predicar el evangelio y hacer discípulos a todas las naciones en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Se observa en la iglesia primitiva que muchos de los primeros creyentes tenían diferentes roles y propósitos en la expansión del reino de Dios - algunos como apóstoles, otros como profetas, y otros como evangelistas. Los profetas y los apóstoles forman el fundamento sobre el cual se edificaría toda la iglesia. Ellos escribieron las Escrituras y hablaron las palabras mismas de Dios como emisarios de Dios a su pueblo. A menudo eran ellos quienes imponían las manos sobre otros para que recibieran el poder y los dones del Espíritu Santo, manifestando el poder y la autoridad de los apóstoles. Además, algunos tienen el don específico de liderar y enseñar. Estos hombres son llamados ancianos, pastores, supervisores y presbíteros. Todos estos títulos transmiten el mismo rol como líder entre el pueblo de Dios. Estos son aquellos a quienes Dios ha dotado especialmente para predicar el evangelio y pastorear al pueblo de Dios. Esta es una comisión dada por el Espíritu Santo de Dios para la gloria de Dios y la edificación de la iglesia.