Si es la gracia de Dios la que salva a la humanidad, ¿no será la gracia de Dios la que guarda a Su pueblo? Este mensaje son buenas nuevas para el descarriado. En este sermón sobre la perseverancia de los santos del Salmo 73:24, el Dr. Martyn Lloyd-Jones resalta la gracia de Dios en la salvación futura del creyente. Esta doctrina, conocida como la perseverancia de los santos, pertenece a los fundamentos de la fe. El Dr. Lloyd-Jones comienza con un entendimiento apropiado de la gracia de Dios. La gracia de Dios salva, refrena y restaura. El cristiano descarriado será restaurado porque Dios es un Dios de gracia. Su gracia es la razón por la cual todos los cristianos somos, permanecemos y seremos salvos. Nada, por lo tanto, puede separar al creyente del amor de Dios. Primero, esta doctrina está arraigada en el propio carácter de Dios. Cuando Dios comienza una obra, la completa. Uno encuentra su descanso en esta persona inmutable de Dios. El verdadero creyente no puede alejarse demasiado de la gracia salvadora de Dios porque la obra redentora de Dios no cambia. Segundo, esta doctrina proviene del propósito de Dios. Dios ha tenido la intención de salvar a la humanidad de su pecado para Su propia gloria. Dado que salvarlos del pecado es el propósito de Dios, el cristiano débil ciertamente será salvo. Finalmente, esta doctrina descansa en el poder de Dios. Escucha y sabe que Dios no solo desea que Sus hijos sean salvos, sino que tiene la capacidad de salvar.

Cuando todo lo demás falla, ¿está el cristiano parado sobre la roca firme? Sobre esta roca, nunca serán movidos. En este sermón sobre el Salmo 73:25-26 titulado "Comunión con el Padre", el Dr. Martyn Lloyd-Jones explica que Dios es este mismo fundamento de la vida y señala cómo el salmista se vuelve hacia la adoración. El salmista llega a la meta de la salvación: desear y adorar solo a Dios. Todo lo demás toma segundo lugar después de Dios. Para este salmista, el primer lugar le pertenece a Él. El salmista ha descubierto que no hay satisfacción aparte de Dios. Luego se entrega a la adoración de esta roca. El cristiano debe anhelar a Dios y desear conocerlo, y puede preguntarse cómo mantenerse en este terreno firme. Primero, el Dr. Lloyd-Jones explica que el cristiano debe descubrir que no hay nadie más que pueda ayudarle sino Dios. Segundo, el cristiano entonces desea a Dios mismo, no meramente lo que Dios da o hace. La vida eterna, como la describe el apóstol Juan, es comunión con Dios. El cristiano debe preguntarse qué está buscando en el cielo, y si es a Dios o simplemente las bendiciones de Dios. Se les anima a escuchar este sermón y construir su vida sobre esta piedra fundamental porque Dios es la roca.