Predicación
Una Conferencia sobre la Predicación
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Escritura
Descripción del Sermón
¿Cuánto valor tiene un sermón no predicado? Claramente, la mera investigación y escritura de un manuscrito o bosquejo de sermón no puede considerarse predicación. La predicación es tanto el sermón como el acto de entregar el mensaje, dice el Dr. Martyn Lloyd-Jones. En esta conferencia sobre la predicación, él se enfoca en los elementos generales que los predicadores necesitan tener en cuenta para su llamado. Si bien el Dr. Lloyd-Jones evita proveer al predicador reglas o regulaciones para predicar, sí propone varios rasgos y cualidades importantes requeridas para una correcta entrega de la palabra de Dios al pueblo de Dios. Basado en sus muchos años de experiencia, el predicador evangélico británico comparte algunas palabras de sabiduría quizás poco familiares sobre la predicación que los predicadores contemporáneos necesitan. ¿Cómo se debe abordar el arte de la predicación? ¿Han pensado en el papel de la autoridad, la persuasión o el celo en la predicación? ¿Ser serio al predicar significa ser aburrido o monótono? Permita que el Dr. Lloyd-Jones ayude a los predicadores a reflexionar sobre su propio enfoque de la entrega del sermón escuchando esta conferencia de la serie "La Predicación y los Predicadores".
Desglose del Sermón
- La predicación involucra toda la personalidad del predicador, incluyendo el cuerpo. El predicador no debe pararse como una estatua.
- El predicador debe tener un sentido de autoridad y control sobre la congregación. No debe ser apologético ni dubitativo. Está hablando con autoridad como embajador de Dios.
- El predicador debe tener libertad y flexibilidad. No debe estar demasiado atado a su preparación. Debe estar abierto a la dirección del Espíritu Santo.
- El predicador debe derivar inspiración de la congregación. Existe un elemento de intercambio e interacción entre el predicador y la congregación.
- El predicador debe ser serio ya que está tratando asuntos santos y solemnes. Sin embargo, la seriedad no significa aburrimiento. El predicador debe ser vivaz.
- El predicador debe tener celo, entusiasmo y preocupación. Debe estar cautivado por el mensaje mismo.
- El predicador debe tener calidez y pasión. No debe ser frío o clínico. Su corazón debe estar involucrado.
- El predicador debe hacer contacto con la congregación. Debe haber intimidad y compenetración.
- El predicador debe tener un sentido de urgencia. Los asuntos que está tratando no pueden posponerse. La vida es fugaz.
- El predicador debe apuntar a persuadir a la congregación. Quiere que entiendan y respondan al mensaje.
- El predicador debe tener pathos y emoción. Debe mostrar compasión por la gente. El mensaje en sí es profundamente conmovedor.
- El predicador debe tener poder y unción. Es Dios obrando a través de él. El Espíritu Santo debe ser evidente.
- La verdadera predicación requiere tanto el sermón como el acto de predicar. Ambos son esenciales. El sermón provee la luz, el acto de predicar provee el calor.
- El fin principal de la predicación es dar a la gente un sentido de Dios y su presencia.
Sermon Q&A
Entendiendo la Predicación: Elementos Esenciales en el Enfoque del Dr. Martyn Lloyd-Jones
¿Qué dice el Dr. Lloyd-Jones que distingue a un sermón de su presentación o el acto de predicar?
Según el Dr. Lloyd-Jones, el sermón es el contenido preparado mientras que el acto de predicar es la presentación en el momento. Él explica que la verdadera predicación es una combinación de ambos elementos en las proporciones correctas. El sermón es el contenido estructurado preparado de antemano, mientras que el "acto de predicar" involucra cómo ese contenido es presentado bajo la inspiración y el poder del Espíritu Santo en el momento. Señala que a veces un sermón que fue poderoso en un entorno fracasa en otro porque el acto de predicar—la dimensión espiritual que anima el contenido—puede estar ausente en la segunda instancia.
¿Cómo define el Dr. Lloyd-Jones las cualidades esenciales de la verdadera predicación?
El Dr. Lloyd-Jones define la verdadera predicación a través de varias cualidades esenciales: - Debe involucrar toda la personalidad del predicador ("verdad mediada a través de la personalidad") - El predicador debe tener un sentido de autoridad y control - Libertad al presentar el mensaje (no estar atado a la preparación) - Seriedad sobre el mensaje que se está entregando - Vivacidad (nunca ser aburrido o monótono) - Celo y sentido de preocupación por la audiencia - Calidez y compromiso emocional - Urgencia en la presentación - Persuasión - Pathos (elemento del corazón) - Poder del Espíritu Santo
Lo resume memorablemente como "lógica en llamas" o "teología en llamas".
¿Qué dice el Dr. Lloyd-Jones sobre el elemento emocional en la predicación?
El Dr. Lloyd-Jones enfatiza fuertemente que la verdadera predicación debe incluir el elemento emocional que él llama "pathos". Critica a los predicadores, particularmente en la tradición Reformada, que se vuelven "demasiado intelectuales" y "casi desprecian el elemento del sentimiento". Argumenta que si una persona verdaderamente entiende las verdades del evangelio sobre el pecado, la salvación y el amor de Dios, no puede evitar ser movida emocionalmente.
Distingue esto del "emocionalismo" (manipular emociones), afirmando: "Cuando un hombre realmente entiende esta verdad, que dice creer, debe ser movido por ella". Cita a Pablo como ejemplo, notando cómo el apóstol frecuentemente comenzaba con argumentos teológicos pero luego estallaba en alabanza emocional al contemplar la grandeza de Dios, como en Romanos 11:33-36.
¿Cuál considera el Dr. Lloyd-Jones que es el fin principal de la predicación?
El fin principal de la predicación, según el Dr. Lloyd-Jones, es "dar a hombres y mujeres un sentido de Dios y su presencia". Explica que mientras puede perdonar un sermón técnicamente malo, lo que no puede perdonar es si el predicador falla en transmitir algún sentido de la majestad de Dios y la magnificencia del evangelio. Ve la predicación como llevar a las personas a un encuentro con Dios mismo, haciéndoles conscientes de su condición ante Dios, y ayudándoles a entender "el carácter de la vida que están viviendo y su ofensa a Dios". Este sentido de presencia divina es lo que distingue la verdadera predicación de la mera exposición o discurso.
¿Cómo describe el Dr. Lloyd-Jones la relación entre preparación y espontaneidad en la predicación?
El Dr. Lloyd-Jones enseña que la predicación apropiada requiere tanto preparación minuciosa como libertad espiritual en el momento de la presentación. Enfatiza que mientras la preparación cuidadosa del sermón es esencial, el predicador debe permanecer "libre en este acto de predicar" y "abierto a la inspiración del momento".
Explica que frecuentemente "las mejores cosas que uno dice son cosas que no han sido premeditadas y ni siquiera fueron pensadas en la preparación del sermón, sino que son dadas mientras uno está realmente hablando y predicando". Esto no es una contradicción sino más bien reconoce que el Espíritu Santo obra tanto en la preparación como en el momento de la presentación, a veces de diferentes maneras. El predicador debe estar receptivo a lo que Lloyd-Jones llama "este elemento de intercambio" con la congregación, donde hay "interacción y acción y respuesta" que pueden impactar significativamente el mensaje.
Sermones: La Predicación y los Predicadores
Dr. Martyn Lloyd-Jones
El Dr. Martyn Lloyd-Jones (1899-1981) fue un ministro evangélico galés que predicó y enseñó en la tradición Reformada. Su ministerio principal fue en Westminster Chapel, en el centro de Londres, desde 1939-1968, donde impartió exposiciones de varios años sobre libros de la Biblia como Romanos, Efesios y el Evangelio de Juan. Además de la colección del Fideicomiso MLJ de 1,600 de estos sermones en formato de audio, la mayoría de estas grandes series de sermones están disponibles en forma de libro (incluyendo una colección de 14 volúmenes de los sermones de Romanos), así como otras series como "Depresión Espiritual", "Estudios sobre el Sermón del Monte" y "Grandes Doctrinas Bíblicas". Es considerado por muchos líderes evangélicos de hoy como una autoridad en la verdad bíblica y la suficiencia de las Escrituras.