"Dificultades y Romance de la Predicación"
"Una Conferencia sobre el Romance de la Predicación"
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Escritura
Descripción del Sermón
¿Debería un predicador repetir su sermón? ¿Cuáles son los peligros de hacerlo? ¿Es apropiado alguna vez que un predicador predique el sermón de otra persona? En este sermón titulado "Trampas y Romance", estas preguntas son abordadas mientras el Dr. Martyn Lloyd-Jones da una conferencia sobre el tema de la predicación y los predicadores. Un sermón adquiere una personalidad propia. Cuando el predicador llega a conocer sus sermones, hay ciertos beneficios en predicarlos una y otra vez. Sin embargo, hay trampas. El predicador que ya no es conmovido por su sermón convierte el acto en una mera actuación. Lo mismo se aplica a predicar el sermón de otra persona. Aunque puede ser útil en ocasiones, el Dr. Lloyd-Jones explica los peligros de este hábito. Sin embargo, enfatiza que no hay nada como subir al púlpito propio con un sermón nuevo. Hay una incertidumbre en el servicio y el predicador realmente no sabe qué va a suceder. Refiriéndose a esto como el "romance" de la predicación, él habla de momentos en que su primer punto se convirtió en su propio sermón en el púlpito y los puntos restantes se convirtieron en una serie. Si bien repetir sermones puede ser útil, qué gran privilegio es para el predicador permanecer durante muchos años en el mismo púlpito, predicando sermones nuevos a una congregación.
Análisis de la Predicación
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La cuestión de repetir sermones surge en el ministerio. Algunas personas se sorprenden de que los predicadores repitan sermones, considerándolo casi pecaminoso. Sin embargo, repetir un sermón en una iglesia o lugar diferente es legítimo y beneficioso.
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Un sermón no es solo una exposición sino un mensaje y una carga. Algunos sermones son dados de manera especial, con claridad y orden inusuales, y son usados por el Espíritu. ¿Por qué no repetir estos sermones? Un predicador siempre debe dar lo mejor.
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Los sermones crecen y se desarrollan a través de la predicación. Un predicador ve más mientras predica que mientras prepara. La familiaridad con un sermón también mejora la efectividad y libertad al predicar.
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¿Con qué frecuencia se debe repetir un sermón? No es cuestión de números sino de dejar de hacerlo cuando ya no impacta, conmueve o bendice al predicador, pues entonces se vuelve mecánico o una actuación.
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Advertencias para repetir un sermón en otro lugar: evitar la deshonestidad como fingir buscar la palabra correcta; cambiar el texto no es suficiente, pues los oyentes pueden notarlo; y agregar ilustraciones no lo disimula. Si repites un sermón, no comiences con la misma primera frase.
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Un sermón tiende a tener su propio carácter, como los personajes de una novela manejan al autor. Algunos sermones se predican solos, otros requieren manejo cuidadoso. Conoce tus sermones para elegir el correcto para la ocasión.
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Predicar sermones de otros es totalmente deshonesto a menos que se reconozca. Historias de Spurgeon y un estudiante predicando el sermón de Spurgeon, y un predicador usando el sermón de otro para restaurar la confianza de Spurgeon. Advertencias contra esta práctica, aunque comprensible en la desesperación. Si se hace, no uses la misma primera frase ni reclames el desarrollo del sermón.
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El romance de la predicación: la emoción de predicar un sermón nuevo; la relación entre predicador, pueblo y preparación; la incertidumbre, ya que los verdaderos predicadores no saben qué sucederá; el efecto en la salud, pues la predicación puede vigorizar; saber el sábado el probable resultado del domingo cuando se está absorto en la preparación; temas desarrollándose mientras se predica, con sermones creciendo; ser refrenado de predicar todo el sermón, luego ver la razón la siguiente semana; nunca saber quiénes son los oyentes o qué puede suceder, como conversión o una palabra para una necesidad desesperada. Ejemplos de un hombre salvado del suicidio por una oración y una pareja que recibió una respuesta. En las manos de Dios, nada es imposible.
Sermon Q&A
¿Cree Lloyd-Jones en Repetir Sermones? Una Guía de su Filosofía de Predicación
¿Cuál era la perspectiva de Lloyd-Jones sobre repetir sermones en diferentes lugares?
Lloyd-Jones creía que era completamente legítimo e incluso beneficioso repetir sermones excepcionales en diferentes lugares (no en la misma iglesia con la misma congregación). Argumentaba que algunos mensajes son dados al predicador "de una manera muy especial" con claridad inusual, y cuando estos son honrados por el Espíritu y usados efectivamente, hay buenas razones para compartirlos en otros lugares. Él declaró: "Ciertamente debería ser la preocupación del predicador dar siempre lo mejor que tiene, lo mejor de lo mejor que posee. Y por lo tanto es legítimo que no deba retener su mejor sermón y predicarlo al pueblo."
¿Aprobaba Lloyd-Jones predicar sermones de otras personas?
Lloyd-Jones estaba firmemente en contra de predicar sermones de otros sin reconocimiento, llamándolo "completamente deshonesto." Él declaró: "Nunca he entendido cómo un hombre puede vivir consigo mismo haciendo esto. Recibe la alabanza y el agradecimiento de la gente, y sabe que no le corresponde. Es un ladrón. Es un robador, es un pecador." Advirtió que cambiar el texto o agregar ilustraciones personales no disfraza el robo, ya que los oyentes perspicaces lo detectarán.
¿Cómo describe Lloyd-Jones el "carácter" de los sermones?
Lloyd-Jones describe los sermones como poseedores de su propio carácter o personalidad única, diciendo "un sermón tiende a tener un carácter propio." Explica que algunos sermones "prácticamente se predican solos" mientras otros "requieren un manejo muy cuidadoso" y pueden "medio matarte" si no se manejan apropiadamente. Aconsejaba a los predicadores "llegar a conocer sus sermones" para entender qué sermón es apropiado para cada ocasión y para el estado físico y mental particular.
¿Qué quiere decir Lloyd-Jones con "el romance de la predicación"?
Lloyd-Jones describe "el romance de la predicación" como los aspectos emocionantes, apasionantes y maravillosos de la predicación que la hacen "la obra más grande del mundo." Los elementos incluyen:
- El sentimiento especial de subir al púlpito con un sermón nuevo
- Las "posibilidades infinitas" y la "incertidumbre" de un servicio
- La revitalización física que puede ocurrir durante la predicación
- Cómo los sermones pueden desarrollarse y crecer mientras se predican
- Las formas inesperadas en que Dios obra a través de la predicación para alcanzar a personas específicas
- No saber quién estará escuchando o cómo serán afectados
Él afirma: "No hay romance comparable al de la obra del predicador."
¿Cuándo debe un predicador dejar de repetir un sermón particular?
Lloyd-Jones aconsejaba que un predicador debe "dejar de predicar ese sermón cuando deje de cautivarte, cuando deje de conmoverte, cuando deje de ser un medio de bendición para ti." En ese punto, advertía, el sermón se volvería mecánico o "incluso se convertiría en una actuación," lo cual consideraba terrible. Enfatizaba que el número de veces que uno predica un sermón no es un asunto mecánico sino que depende del continuo impacto espiritual del sermón en el predicador mismo.
Sermones: La Predicación y los Predicadores
Dr. Martyn Lloyd-Jones
El Dr. Martyn Lloyd-Jones (1899-1981) fue un ministro evangélico galés que predicó y enseñó en la tradición Reformada. Su ministerio principal fue en Westminster Chapel, en el centro de Londres, desde 1939-1968, donde impartió exposiciones de varios años sobre libros de la Biblia como Romanos, Efesios y el Evangelio de Juan. Además de la colección del Fideicomiso MLJ de 1,600 de estos sermones en formato de audio, la mayoría de estas grandes series de sermones están disponibles en forma de libro (incluyendo una colección de 14 volúmenes de los sermones de Romanos), así como otras series como "Depresión Espiritual", "Estudios sobre el Sermón del Monte" y "Grandes Doctrinas Bíblicas". Es considerado por muchos líderes evangélicos de hoy como una autoridad en la verdad bíblica y la suficiencia de las Escrituras.